“El poder judicial… tiene que dejarlo en claro: no es patriotismo, no es defender a Estados Unidos defender a un hombre, que sabe muy bien que perdió, en lugar de la Constitución que estaba tratando de subvertir”, dijo Jackson. , quien fue designado por el expresidente Barack Obama.
Además, dijo Jackson, Trump y sus aliados están usando la retórica sobre las múltiples investigaciones criminales relacionadas con Trump que contienen matices peligrosos.
“Algunas figuras prominentes del Partido Republicano… están prediciendo cautelosamente o incluso llamando directamente a la violencia en las calles si una de las múltiples investigaciones no sale como él quiere”, dijo Jackson.
Los duros comentarios de la juez se produjeron cuando dictó sentencia el 6 de enero al acusado Kyle Young, quien se declaró culpable de agredir al oficial de policía de DC Michael Fanone en algunos de los actos de violencia más brutales que ocurrieron durante el ataque al Capitolio. Jackson sentenció a Young a 86 meses de prisión, una de las sentencias más duras dictadas, después de describir su participación «entusiasta» en la violencia de la mafia contra Fanone, incluso pasando una pistola Taser a otro alborotador que la usó en el cuello de Fanone. Young, señaló, estuvo acompañado en medio de la multitud por su hijo de 16 años.
Pero sus comentarios más notables no fueron dirigidos a Young, sino a Trump y a los propios líderes republicanos, describiéndolos repetidamente como tan comprometidos con “un hombre” que se ha convertido en una “herejía” para los republicanos contradecir sus afirmaciones de fraude electoral.
Ella no es la primera jueza federal en reprender a Trump en el contexto de los juicios por disturbios del 6 de enero. El juez Amit Mehta lamentó que muchos de los alborotadores de bajo nivel fueran engañados por figuras poderosas, incluido Trump, para marchar hacia el Capitolio, solo para sufrir consecuencias criminales como resultado. El juez Reggie Walton llamó a Trump un «charlatán» por su conducta relacionada con las elecciones. Y un juez federal en California, David Carter, determinó que las acciones de Trump relacionadas con el 6 de enero probablemente equivalían a una conspiración criminal para subvertir las elecciones.
Pero los comentarios de Jackson fueron la evaluación más punzante no solo de Trump, sino también de aquellos en los niveles superiores del liderazgo republicano electo que se han hecho eco de él. También rechazó las afirmaciones de algunos aliados de Trump de que los acusados del 6 de enero habían sido atacados por razones políticas.
“No fuiste procesado por ser partidario de Trump. No fue arrestado ni acusado y no será sentenciado por ejercer sus derechos de la primera enmienda”, le dijo a Young. “No eres un preso político… Estabas tratando de detener lo singular que hace de Estados Unidos Estados Unidos, la transferencia pacífica del poder. Eso es lo que significaba ‘Stop the Steal’”.
Jackson no es ajeno a los asuntos de alto perfil relacionados con Trump. Supervisó el juicio del antiguo confidente de Trump, Roger Stone, quien fue acusado y condenado por mentir a los legisladores que investigaban la interferencia rusa en las elecciones de 2016. En ese juicio, criticó a Stone después de que un aliado usó su cuenta de redes sociales para publicar una imagen de ella que aparecía en el punto de mira.
Jackson también presidió uno de los casos penales contra el exjefe de campaña de Trump, Paul Manafort, quien se declaró culpable de delitos financieros pero luego fue acusado por los fiscales de mentir durante su acuerdo de cooperación.