MIAMI — En un anuncio sorpresa durante una reunión de la Coalición Judía Republicana en Las Vegas, el exvicepresidente Mike Pence dio por terminada su campaña para asegurar la candidatura presidencial del Partido Republicano.
Pence, quien había estado considerando una candidatura presidencial, citó las crecientes dificultades para recaudar fondos y su estancamiento en las encuestas como razones determinantes para su retirada.
Con un tono reflexivo, Pence expresó: “Después de mucho orar y deliberar, he decidido suspender mi campaña por la presidencia a partir de hoy”.
“Siempre supimos que sería una batalla cuesta arriba, pero no tengo remordimientos”.
El anuncio de Pence representa un giro importante en la carrera presidencial republicana, ya que muchos habían especulado sobre sus intenciones de postularse y competir en las primarias del partido. Sin embargo, las dificultades para recaudar fondos y su falta de progreso en las encuestas han obligado al exvicepresidente a tomar esta decisión crucial.
A medida que se acercaba la fecha límite para presentar candidaturas en varias jurisdicciones, las señales de que Mike Pence estaba luchando para generar apoyo financiero y para ganar terreno en las encuestas se volvían cada vez más evidentes. Esto llevó a su anuncio de que estaba poniendo fin a su campaña antes de siquiera entrar oficialmente en la contienda.
A más de dos meses de las asambleas de Iowa, a las que había depositado sus esperanzas de campaña, esta decisión libra a Pence de la posibilidad de no calificar para el tercer debate de las primarias republicanas programado para el 8 de noviembre en Miami, evitando así una situación embarazosa.
Con Mike Pence fuera, Trump tiene aún más posibilidades
La noticia de la retirada de Mike Pence plantea interrogantes sobre el futuro de la competencia presidencial republicana y cómo se reconfigurará el campo de candidatos. Con la retirada de Pence, otros contendientes pueden buscar aprovechar esta nueva dinámica para consolidar su apoyo y avanzar en la carrera hacia la nominación presidencial republicana.
De hecho, la retirada de Pence allana el sendero para su excompañero de fórmula, Donald Trump, pues el exvicepresidente inició su campaña en junio con la promesa de «liderazgo distinto» tras sus críticas abiertas a Trump.
Durante las elecciones presidenciales de 2020, Pence desempeñó un papel crucial al certificar los resultados, que llevaron a la elección de Joe Biden, a pesar de las acusaciones de fraude planteadas por Trump. Posteriormente, lanzó su campaña centrada en los valores más conservadores del partido, en contraste con discursos como los de Trump o Ron DeSantis.
Sin embargo, Pence siempre se mantuvo en un segundo plano en comparación con otros líderes, como los propios Trump y DeSantis, o Nikki Haley, en términos de encuestas y recaudación de fondos.