BUENOS AIRES.- El presidente de Argentina, Javier Milei, dijo ante el Congreso que irá a fondo con sus reformas económicas «con o sin el apoyo de la dirigencia política», en su discurso de apertura de las sesiones legislativas.
«Nuestras convicciones son inalterables, ordenaremos las cuentas públicas con o sin la ayuda del resto de la dirigencia política», dijo el presidente, al asegurar que si el Congreso vuelve a rechazar sus reformas, utilizará «todos los resortes legales del poder Ejecutivo nacional» para ponerlas en práctica. «Si lo que buscan es el conflicto, conflicto tendrán», añadió.
Durante el inicio de las sesiones ordinarias del Congreso, en medio de un clima social tenso signado por huelgas, protestas y un aumento de la inflación, la pobreza y la indigencia, el jefe de Estado llamó «nido de ratas», «delincuentes», «traidores», «corruptos», «símbolos de casta» a los legisladores.
Milei promete el cambio en Argentina
«Tienen que aceptar que la gente odia a los políticos», aseguró en declaraciones a la prensa. Además, en una entrevista reciente con el Financial Times, dijo: «No necesito del Congreso para salvar la economía».
Argentina atraviesa una crisis económica con 254% de inflación interanual, 50% desde que asumió el nuevo presidente. La mitad de la población está en la pobreza.
Al aumento acelerado en precios de alimentos y medicamentos, la quita de subsidios en los servicios públicos causó un ajuste abrupto de las tarifas. Por caso, en Buenos Aires el boleto de transporte aumentó 250% de un día al otro.
Diez días después de asumir, Milei lanzó un decreto presidencial (DNU) que modificó o derogó más de 300 normas para una profunda desregulación de la economía, pero la iniciativa acumuló decenas de cautelares en la justicia que cuestionan su constitucionalidad.
Luego envió al Congreso la llamada «Ley ómnibus» con 664 artículos con cambios estructurales, como la privatización de unas 40 empresas, la limitación del derecho a huelga, la delegación de facultades en el Poder Ejecutivo y normas inéditas en Argentina como exigir a los jueces el uso de toga y martillo.
Pero el proyecto no tuvo apoyo suficiente en el Congreso y Milei ordenó retirarlo.
El Fondo Monetario Internacional, que prevé una contracción económica de 2,8% en 2024 para Argentina, saludó las medidas tomadas por el gobierno pero recomendó que éstas se calibren para proteger a los sectores sociales más pobres.
«Mi ajuste es más fuerte que el del FMI», aseguró Milei a la prensa en reiteradas oportunidades, en referencia a su compromiso de conseguir un superávit de 3% del PIB este año, más de lo que pide el Fondo.
En 2018, bajo la presidencia de Mauricio Macri, Argentina contrajo una deuda con el organismo por 57.000 millones de dólares, de los cuales recibió algo más de 44.000 millones en un programa que sigue vigente.