Las malas prácticas administrativas en el gobierno del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ya comenzaron. La polémica en esta oportunidad surge con la autodesignación que se hizo a él mismo su ministro de Seguridad Social, Carlos Lupi, como miembro del consejo fiscal del Servicio Social de Comercio (Sesc). Esto le representará un sueldo extra al alto funcionario.
Además de percibir 39200 reales, que sería alrededor de 7660 dólares, por estar al frente de la cartera de seguridad, Lupi también recibirá 4000 reales, es decir, un equivalente a 780 dólares adicionales, por cada una de las seis reuniones que el órgano efectúa mensualmente con lo cual, en total, se embolsillará 24000 reales equivalentes a 4700 dólares.
Lupi engrosará sus ingresos tras despedir al exministro Onyx Lorenzoni, el pasado 6 de enero, así también decretarse como representante del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en el consejo «hasta nueva deliberación», divulga R7.
Con antecedentes de corrupción
El Sesc es una instancia que forma parte del denominado Sistema S, conocido en Brasil como una entidad autónoma que colabora con el Estado pero que maneja un presupuesto propio, que incluye transferencias públicas. A pesar de no estar vinculada a ninguna esfera de gobierno, presta servicios considerados de interés social y en ella Lupi vio la oportunidad para abultar sus cuentas.
Con esta maniobra el ministro Lupi levanta nuevamente sospechas sobre su falta de honestidad administrativa, por acumular un historial de acusaciones de irregularidades, debido a presuntos delitos de peculado, blanqueo de capitales y fondos para sobornos electorales relacionados con la campaña electoral de Dilma Rousseff de 2014.
Su nombre figura en la investigación 4432, iniciada en la Corte Suprema que evalúa información de los denunciantes de Odebrecht sobre la supuesta compra de apoyo a los partidos, para la candidatura de la expresidente. También se le acusa de haber utilizado un avión privado para viajes oficiales como ministro de Trabajo en 2009.
Una tendencia entre izquierdistas en el poder
El sueldo extra del ministro Lupi es parte de un instinto izquierdista consagrado que tiene ejemplos de sobra en el chavismo y en el kirchnerismo. En Argentina la figura más reciente de “superministro” es Sergio Massa, quien ensanchó su poder al asumir la cartera de economía que combina con las de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca.
La lista de Caracas es larga. Una investigación de Transparencia Venezuela registra a los nombres que han integrado el gabinete del régimen con multiplicidad de funciones. En el informe destacan Simón Zerpa, Ricardo Molina Peñaloza, Dante Rivas, Carlos Erik Malpica Flores, José Vicente Rangel Ávalos, Marleny Contreras, José David Cabello, Manuel Fernández, Delcy Rodríguez y Rodolfo Marcos Torres.
En el caso de Simón Zerpa ha ejercido puestos claves en los principales mecanismos de financiamiento que van desde el Fondo Chino-Venezuela , el Banco de Desarrollo Económico y Social, el Banco de Desarrollo del Caribe y presidente del Fondo de Desarrollo Nacional, además de ser viceministro de Inversión para el Desarrollo. Todo al mismo tiempo.
Carlos Malpica Flores tiene una hoja similar tras desempeñarse como Tesorero de la nación y miembro principal del directorio ejecutivo del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, vicepresidente de Finanzas y director interno de Petróleos de Venezuela y director del Fondo Simón Bolívar para la Reconstrucción. Malpica es sobrino de la esposa de Nicolás Maduro, Cilia Flores.
Un ministro con poco tino
A Lupi le tocará manejarse con cuidado después de autodesignarse en otro cargo pero sobre todo tras fallar en su primer acto al frente del Ministerio de la Seguridad Social al ser desmentido por el Ministro Principal de la Casa Civil, Rui Costa, luego de anunciar que el gobierno federal revisaría la última reforma de la Seguridad Social, aprobada en 2019, bajo el expresidente Jair Bolsonaro.
«No se está analizando ninguna propuesta en este momento para revisar la reforma de la seguridad social u otra. No se está elaborando nada», afirmó Costa.