miércoles, noviembre 27, 2024
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Nathalie Rayes, tejedora de vínculos

Carlos Roa,

Como inmigrante, me enganchó la historia de Nathalie Rayes: el presidente Biden la propuso como embajadora en Croacia. De ser confirmada, se uniría a un selecto grupo de cerca de una docena de latinas que han sido nombradas embajadoras en la historia estadounidense.

Ella y yo además compartimos el mismo origen –Venezuela– y la nación que nos adoptó. Por eso la noticia me impulsó a conocer sobre ella.

Coincidimos semanas atrás, y más que su presencia, me llamó la atención su entorno. Los conocidos que tenemos en común celebraban la novedad con auténtica satisfacción. Me fui con la imagen de una mujer que es capaz de aglutinar valiosas voluntades a su alrededor.

Y por eso, a medida que sigue apareciendo información sobre ella, he indagado a la vez con sus allegados.

En su trayecto, como suele suceder con los migrantes, las dificultades personales se solaparon con los retos de adaptación al nuevo país, a donde llegó con apenas 9 años de edad. Pero es ella misma quien comenta que solamente en Estados Unidos podía encontrar las condiciones para dejar todas esas adversidades muy atrás.

Me llamó especialmente la atención que haya servido en la Alcaldía de Los Ángeles, porque yo mismo trabajé para un gobierno local alguna vez. Por eso sé la gran escuela que es para los servidores públicos estar en la primera línea del servicio, pulsando a los ciudadanos en los requerimientos vinculados a las comunidades donde se desarrollan.

Sea cual sea el camino que se tome después, estoy convencido de que esta experiencia es un comienzo con el pie derecho.

De su hoja de vida, se concluye la consistencia que ha tenido al casarse con oportunidades para tender puentes entre personas. Y creo que, una vez tendidos, tiene además el tino de ver más allá y hacer que la gente los cruce, para sacar adelante proyectos de largo alcance.

Luce como una tejedora de vínculos innata, para multiplicar el poder potencial de las personas involucradas, al colocarlas en el lugar correcto para que crezcan.

No puede menos que crear expectativa el hecho de verla encaminada hacia la posibilidad de encabezar una misión diplomática en Europa.

Croacia es una pieza muy particular en el tablero de la región, por su ubicación y por su riqueza histórica. Pero estamos hablando también de un país aliado de la OTAN y miembro de la Unión Europea; por lo tanto, se trata de una encomienda crítica, dada la situación geopolítica en Europa del Este con la guerra entre Rusia y Ucrania.

Una posición que, sin duda, requiere el tacto y “el tino de quien pinta un paisaje al óleo sobre una telaraña”, como solía decir mi madre. Y más que eso: un inquebrantable espíritu estadounidense, forjado en las vivencias de haber servido por años a los ciudadanos de este país, que ella abrazó por decisión.

Recuerdo que alguien, alguna vez, me dijo que el sueño americano solamente se alcanza cuando se convierte en un plan. Me gustaría preguntarle a Nathalie cómo eran sus sueños, para seguir el hilo que la ha convertido en una planificadora y hacedora tan referencial.

Y sí, quisiera ver sus particulares habilidades retadas al representarnos en esa lejana y rica tierra aliada. Estoy convencido de que hilará fino y con precisión para enriquecer el valioso vínculo de nuestro país con el pueblo croata.

Por: Carlos Roa

Fuente: Diario las Américas

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