MANAGUA.- La dictadura de Nicaragua aseguró este domingo que suspende las relaciones diplomáticas con el Estado Vaticano, luego de que el papa Francisco calificó el viernes al país centroamericano de «dictadura grosera».
«Ante la información que ha sido divulgada por fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia Católica…(se) precisa que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las Relaciones Diplomáticas», consignó un comunicado la dictadura de Daniel Ortega a través del del Ministerio de Relaciones exteriores.
Por su parte, fuentes diplomáticas en Roma confirmaron al portal web Confidencial que la representante del régimen sandinista ante la Santa Sede comunicó “verbalmente” la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano, en Roma, aludiendo a las declaraciones del santo padre.
En el escueto comunicado, el régimen nicaragüense no brindó explicaciones sobre las circunstancias que motivan su postura, pero se produce luego de que el papa Francisco declaró que el dictador Daniel Ortega tiene un «desequilibrio», en una entrevista.
Las declaraciones del pontífice se dieron pocos días después de que el régimen del país centroamericano decidiera cerrar dos universidades vinculadas a la Iglesia católica.
«Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige», dijo Francisco, refiriéndose a Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente en cuestionados comicios.
Durante la entrevista, el papa argentino hizo referencia sin nombrarlo al obispo católico Rolando Álvarez, condenado en febrero a 26 años de prisión por, entre otros cargos, menoscabo a la integridad nacional.
«Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio», manifestó.
El obispo de Matagalpa, de 56 años, estaba detenido desde agosto por conspiración y rechazó ser deportado a Estados Unidos con otros 222 opositores excarcelados y expulsados del país por considerarlos «traidores a la patria».
«Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas (…) Son un tipo de dictaduras groseras», añadió el santo padre.
Nicaragua enfrenta una ola de condenas de la comunidad internacional por cuenta de la deriva autoritaria.
Centenares de opositores fueron detenidos en el país en el contexto de la represión que siguió a las multitudinarias protestas contra la dictadura de 2018.