CARACAS.- Como «una referencia moral» calificó el dictador Nicolás Maduro a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), que también funciona como cárcel de los presos políticos de su régimen, cuando recibió como obsequio, durante un acto de ascenso policiales, una maqueta del edificio, ubicado en el oeste de Caracas, que según Naciones Unidas es escenario de violaciones de derechos humanos.
«Es una referencia moral. Les agradezco este regalo, este presente institucional que me dan, es muy significativo. Ahí está su sede nacional, ahí están sus distintas funciones. Es muy significativo y representativo. Lo recibo con mucho amor», expresó Maduro al recibir la maqueta del centro de torturas de presos políticos.
La maqueta a escala de El Helicoide fue elaborada por agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Actualmente se encuentran recluidos en El Helicoide un total de 286 presos políticos del régimen de Maduro, según cifras de la ONG Foro Penal. En los últimos años son varios los casos de presos políticos que han denunciado haber sido víctimas de violaciones a los derechos humanos en ese centro.
Uno de los casos es el del exdiputado Juan Requesens, detenido en 2018 y a quien el régimen involucró con el supuesto intento de magnicidio contra Maduro, a principios de agosto de ese año, durante un acto en una avenida del centro de Caracas, en el cual se usaron drones. Requesens fue llevado a El Helicoide.
Días después de la detención del exdiputado, el régimen difundió unas imágenes en las que se le veía en un estado de perturbación y se mostraba su ropa manchada de excremento. Familiares de Requesens denunciaron que el exparlamentario sufrió torturas físicas y que fue drogado para obligarlo a emitir una declaración en contra del político del partido Primero Justicia, Julio Borges. Requesen fue mantenido incomunicado durante tres meses en El Helicoide, reseñó El Pitazo.
Otro caso fue el del activista de derechos humanos Lorent Saleh. Saleh estuvo cuatro años presos en El Helicoide. Al salir, describió el centro como un «manicomio futurista» y relató las torturas a las que fue sometido en su interior: chorros de agua, luz blanca, corrientes eléctricas y golpes. «Buscaban métodos alternativos a la violencia a palos, porque no les convenía. A otros presos les rompían las costillas y los dejaban morir», dijo Saleh en una entrevista con el diario español El Mundo.
También, en la lista se encuentra la historia del periodista Víctor Navarro, que relató que durante su reclusión recibió torturas a través de golpes, asfixias y electricidad. Además, Navarro describió las condiciones de hacinamiento en la que se encuentran los presos, pues en celdas que son para cuatro reos se encuentran 16.
Otro exdiputado, Renzo Prieto, también fue torturado en El Helicoide. Narró que se le impedía ver el sol, no lo dejaban ir al baño, le daban comida en mal estado y era aislado en celdas particulares.