El gobierno cubano tiene que democratizar el país y abandonar sus actividades de “desestabilización” en Venezuela si quiere mejorar las relaciones con Estados Unidos, dijo Mara Tekach, quién estuvo al frente de la embajada estadounidense en La Habana en uno de los momentos de más tensión entre ambos países.
“El régimen necesita democratizarse”, dijo Tekach en una entrevista con el Nuevo Herald el miércoles. El gobierno cubano, dijo, está “fomentando la desestabilización en el extranjero” y ha establecido una “relación parasitaria construida alrededor de todo tipo de arreglos nefastos” con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
“Estas cosas tienen que terminar”, dijo.
Tekach concluyó su misión en La Habana la semana pasada pero seguirá siendo influyente en la política cubana como nueva coordinadora de la Oficina de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado.
Durante su estancia en La Habana, la diplomática estadounidense dijo haber estado muy impresionada por “el hecho de que el régimen no tolera un solo pensamiento libre entre su gente”.
Tekach criticó frecuentemente en público al gobierno cubano, lo que contrastó con el bajo perfil mantenido por muchos de sus predecesores en el cargo. La diplomática visitó prisioneros políticos y disidentes y se reunió con activistas en toda la isla.
Críticos de la administración de Donald Trump han dicho que este estilo de confrontación es contraproducente, pero Tekach dijo que “era importante crear conciencia en la isla sobre la represión. Y estaba muy concentrada en llamar la atención de la comunidad internacional sobre esto.”
Bajo su liderazgo, las cuentas en las redes sociales de la embajada realizaron campañas para criticar las misiones médicas del gobierno cubano y su historial de violaciones de los derechos humanos. El gobierno respondió mostrando en televisión imágenes de sus reuniones con disidentes y acusándola de “reclutar mercenarios”.
Tekach dijo que los desacuerdos nunca le impidieron comunicarse con los funcionarios cubanos y trabajar en asuntos como los vuelos de repatriación organizados después de que la pandemia de coronavirus interrumpiera los viajes. Pero señaló que “no fue una relación amistosa”.
“Soy diplomática y puedo hablar porque puedo, pero el pueblo cubano no tiene esas protecciones. Así que esa es una parte clave de todo esto“, dijo.
Tekach fue reemplazada por otro diplomático de carrera, Timothy Zúñiga Brown, quien tendrá que lidiar con un personal reducido en la embajada y problemas no resueltos, como la suspensión del procesamiento de visas y del programa de reunificación familiar. El programa, que permite a ciudadanos cubanos emigrar a Estados Unidos, ha dejado a más de 20,000 solicitantes en el limbo.
Tekach se negó a decir si había planes para reanudar el programa o la emisión de visas en La Habana.
Fuente: El Nuevo Herald