El tema sobre otra constituyente aburre a los chilenos. Los debates entre los partidos para intentar llegar a un acuerdo nacional para instalar una convención que elabore un nuevo proyecto poco le importan a la mayoría en la calle. Ese es el resultado de la encuesta de Studio Público donde el 53,9% rechaza retomar un nuevo proceso.
Los hallazgos del sondeo están claros. Para los chilenos otra constituyente es su séptima prioridad. El asunto sólo es de interés para un 22%. En el primer lugar de la lista de sus asuntos de interés está la seguridad ciudadana y la delincuencia con un 48,1%, le sigue la mejora de la educación pública con un 29,6%, la mejora de la salud pública con 29,4%, la recuperación de la economía con un 26,5%, el control de la inflación con 25,2% y el combate al narcotráfico y crimen organizados con el 23%.
Sólo después de estas seis preocupaciones aparece la constituyente. La discusión al respecto les genera incertidumbre, hastío, rabia, impotencia y ansiedad. Todos estos sentimientos son tendencia entre el 60% de los participantes en el sondeo.
Condiciones que enredan
Los sondeos van en una dirección mientras las negociaciones entre los partidos políticos para alcanzar un pacto que rija a un nuevo proyecto constituyente avanzan con zancadillas y discrepancias. La rotunda victoria de la opción del Rechazo sobre la de Apruebo en el plebiscito del pasado 4 de septiembre -61% contra 38% – tiene complicadas a las organizaciones que buscan imponer sus condiciones apelando al resultado obtenido en la contienda de hace un mes.
El Partido de la Gente (PDG) plantea para otra constituyente en Chile, por ejemplo, la elección de una comisión mixta entre el Congreso y un comité de expertos para crear el nuevo texto normativo así como también la necesidad de un plebiscito de entrada, la reposición del voto obligatorio, un órgano redactor sin escaños reservados y la modernización del Estado.
Otro de los ejes propuestos apunta a suprimir la participación de organismos internacionales durante el proceso para enfocar los debates en la institucionalidad nacional. También abogan por generar austeridad de los recursos destinados argumentando que el país está en un periodo de recesión económica en un documento filtrado por La Tercera.
Gasto con detractores
La petición es clave considerando que la anterior convención cuyo proyecto fracasó le costó al Estado 22000 millones de pesos, una cifra que ronda los 20 millones de dólares. Otras toldas están en una tónica distinta. Según BioBio “una veintena de legisladores republicanos, independientes, de Renovación Nacional, el Partido de la Gente, la Democracia Cristiana e incluso el movimiento Amarillos por Chile” armaron una mesa paralela de debate alegando exclusión en las conversaciones donde además participa el gobierno del presidente, Gabriel Boric con sus toldas aliadas: Frente Amplio, Apruebo Dignidad y el Partido Comunista.
El medio divulga que “algunos puntos que generan desacuerdo son la protección de la propiedad, incluyendo los fondos previsionales; el aprovechamiento de las aguas; y la protección del derecho a elegir en materia educacional, de salud y previsional”.
En discusión
El tiempo para definir otra constituyente en Chile corre. De los 125 días establecido por el Servicio Electoral para convocar a otra jornada comicial de esta índole ya transcurrieron 30 y no hay ninguna fórmula de elección que logre el consenso.
La propuesta del Partido de la Gente es elaborar un documento en un plazo “no mayor a seis meses”, con una “sistematización previa de la totalidad de los insumos disponibles” y también “con un periodo de debate efectivo”.
Al paso actual quizá el cronograma se extienda. Además, la contratación de exconvencionales por la administración de Boric en calidad de asesores tensionan. Ya diez aterrizaron en La Moneda en carteras de relevancia como Interior, Salud y Desarrollo Social. Leer las encuestas serviría de mucho.