LIMA. -Un diálogo enriquecedor de la sociedad civil del continente, con cabida para posturas diversas desde Norteamérica hasta el Sur, trascendió hoy miércoles en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) con sede en el Ministerio de Cultura de Lima, Perú.
Con unas palabras de apertura del presidente de esa nación andina, Pedro Castillo, y del secretario general de la OEA Luis Almagro, la conversación se apegó a la agenda de las coaliciones de la sociedad civil, los grupos sindicales y representantes del ámbito empresarial.
«Debemos escuchar con atención a sociedad civil, emprendedores, juventudes y todos los actores sociales», dijo el secretario general. «La desigualdad es una constante en el hemisferio».
En esto coincidió la vocera Desirée M. Cormier, representante especial para la equidad racial y la justicia (SRREJ), del Departamento de Estado de EEUU. “Debemos asegurarnos de que nuestra gente pueda acceder a salud y educación de calidad”, destacó y añadió que “Trabajando juntos, la sociedad civil, el sector privado y los estados podrán sortear la desigualdad y la discriminación”.
Derechos humanos
En armonía, aunque sin alcanzar consensos, coexistieron posturas que van en líneas distintas en torno a los derechos humanos. Por un lado, algunos líderes defendieron las llamadas ideas “provida” de base religiosa, mientras que otros se centraron en las demandas de grupos históricamente discriminados en términos raciales y de género.
La representante de la Coalición de derechos humanos de las mujeres se refirió a la situación de estas en todas las diversidades. “Las violencias se profundizaron durante la pandemia; las discriminaciones por etnia, identidad, edad, lugar donde viven… privaron a las mujeres del acceso a derechos sexuales y reproductivos. Exhortamos a los estados miembros a cumplir con los compromisos”.
Posturas similares a la de esta coalición se centraron en las dificultades que persisten para acceder a mecanismos de prevención de embarazos no deseados y al aborto seguro, legal y gratuito en Las Américas.
En nombre de las trabajadoras sexuales, la representante de estas organizaciones destacó que el trabajo sexual debe ser regulado en vez de obligado a existir en la clandestinidad. En tanto, otros representantes de la sociedad civil con voz en este diálogo cuestionaron que cuando se hable de discriminación se haga asociada al género. El vocero de la Coalición de libertad de conciencia, por ejemplo, manifestó que aspira a “un continente donde los derechos sean respetados sin criterios ideológicos”. Como algunos que comparten sus criterios finalizó su intervención con la frase “Por el alma de América”.
Para el secretario general, no obstante, “ahora es el momento de seguir incluyendo, insistir en crear narrativas de unión y no discriminación, de ser tolerantes ante quienes piensan distinto, de reconocer y valorar la diversidad”.
Libertades sindicales
“Es necesario brindar protección al ejercicio de la libertad sindical; abogamos por mayor compromiso de la OEA con la cooperación regional para reducir asimetrías”, dijo durante su intervención el primer representante de los trabajadores en tomar la palabra. Aseguró que institucionalmente se seguirá “apoyando a las organizaciones sindicales de cada país”.
“Solo podrá existir justicia social cuando tengamos trabajo decente”, dijo otra representante de los trabajadores.
Por su parte, la primera representante del sector privado en tomar la palabra se refirió al contexto actual del continente, donde es necesario, explicó, coordinar esfuerzos de todos los sectores para salir de la crisis.