CIUDAD DE MÉXICO.- La Organización de los Estados Americanos, OEA, anunció que continuará “prestando especial atención” a la situación en Nicaragua y advirtió que la dictadura de Daniel Ortega seguirá obligado “a respetar los derechos humanos” pese a su retiro del organismo previsto para el próximo 19 de noviembre.
La decisión consta en una resolución aprobada por consenso en una sesión del Consejo Permanente en la que se confirmó que la carta fundacional de la OEA dejará de estar en vigor con respecto a Nicaragua a partir de su salida del organismo, al que ingresó en 1950.
El proceso de retiro de un Estado miembro de la OEA tiene una duración de dos años, según lo establecido por la organización.
Nicaragua presentó su denuncia de la carta de la OEA, requisito previo al retiro, el 19 de noviembre de 2021 después de que el organismo desconociera los comicios en los que el dictador Ortega fue reelecto para un cuarto mandato consecutivo tras encarcelar a sus principales rivales políticos.
Respeto a los DDHH
Tras acusar a la entidad hemisférica de “injerencismo”, el régimen de Nicaragua anunció en abril de 2022 la expulsión de la OEA y el cierre de sus oficinas en el país. En un comunicado oficial la acusó de ser un “instrumento diabólico” y de “intervención y dominación” de Estados Unidos.
La resolución del Consejo Permanente destacó que, a pesar de su inminente salida, “Nicaragua sigue obligada a respetar todos los derechos humanos reflejados en las normas consuetudinarias” así como “todos los derechos humanos contenidos en las convenciones multilaterales” y los “derivados de principios generales del derecho internacional”.
Añadió que la OEA “continuará prestando especial atención a la situación en Nicaragua” y hará “sus mejores esfuerzos para promover y fomentar el pleno respeto” de los derechos humanos y las libertades fundamentales en ese país, sumido en una grave crisis política desde las protestas sociales de 2018.
“Este es un mensaje claro que queremos enviar al pueblo nicaragüense para que sepan que no están solos … que no los vamos a abandonar”, dijo el presidente del Consejo Permanente, Ronald Sanders, representante de Antigua y Barbuda.
Consultado el exembajador nicaragüense ante la OEA, Arturo McFields, admitió que el próximo retiro de su país del organismo hemisférico es “un duro golpe a la lucha por la democracia y la defensa de los derechos humanos”.
Sin embargo, se mostró animado por la decisión de la OEA de darle seguimiento a lo que pasa su país “para que el tema de Nicaragua no se olvide”.
McFields dejó de representar al régimen sandinista ante la OEA en marzo de 2022 cuando acusó públicamente a Ortega y a su esposa y vicepresidente de la dictadura, Rosario Murillo de cometer “crímenes de lesa humanidad” y mantener en prisión a cientos de personas.
Varios representantes intervinieron en la sesión para pedir un seguimiento de lo que ocurre en Nicaragua.
La representante de Costa Rica, Milagro Martínez, expresó su “profunda preocupación por las violaciones de derechos humanos, las detenciones arbitrarias e ilegales”.
“Estados Unidos seguirá llamando a Ortega y Murillo a respetar todos los instrumentos del sistema interamericano”, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dijo el embajador estadounidense, Frank Mora.