Vaya que levantaron ámpula los audios que dan cuenta diversos medios de comunicación en torno a varias conversaciones que sostuvo Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la Republica, con el fiscal Juan Ramos, relativos a la resolución que dará la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en torno a sus familiares políticos.
La forma despectiva y misógina que utiliza el funcionario en contra de Laura Morán y Alejandra Cuevas Morán, es francamente reproblable y más aún porque viene a confirmar la operación que llevó a cabo con varios ministros de la Corte para negarles el amparo y con ello, impedir que se cambie la medida cautelar que les permita desfrutar de la libertad, ya que una está recluida en el penal de Santa Martha Acatitla y la otra, en prisión domiciliaria.
En muy poco tiempo, de hecho desde su creación, se ha destruido la credibilidad, imparcialidad, independencia y autonomía de la FGR, misma que debería ser ejemplo y garante en la búsqueda de la impartición de justicia.
Los audios revelan la personalidad de un tipo ofuscado, grosero y vengativo que desde su alta investidura no solo enloda a la SCJN y a su ministro presidente, Arturo Zaldívar, sino que lacera a la institución que encabeza.
La violencia generalizada que prevalece en el país y que se alienta todos los días desde diversos frentes oficiales, prevalece en diversas instituciones cuyos titulares deberían evitarla para dar paso al respeto a los derechos humanos y la gobernabilidad.
Esa violencia que está a flor de piel y que se desborda en cualquier momento y con cualquier motivo como, por ejemplo, un partido de futbol.
La pretensión de manipular a varios ministros de la SCJN es inadmisible, por lo que estos deben, por un lado, fijar su posición en torno al caso, y segundo, con su resolución, dar paso al amparo que le permita recobrar su libertad a dos mujeres inocentes.
Durante más de un año, los familiares han insistido por todas las vías sobre la implacable persecución de que han sido objeto por parte del fiscal general de la República; sin embargo, persistía la duda sobre si esto era cierto, pero ahora con la filtración de los audios de referencia se confirma no solo la cruenta persecución, sino el maniqueo para torcer a instituciones del Estado para satisfacer conflictos personales y familiares.
Desde el Congreso y de diversos frentes de la sociedad civil se exige la renuncia del fiscal general por la persecución que, con todo el poder que le confiere su cargo, utiliza contra su excuñada y sobrina y por la insana intervención en asuntos que solo le competen resolver a los ministros de la Corte.
La Coordinadora Nacional de Nueva Izquierda, del PRD, Verónica Juárez Piña, demandó la renuncia del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, por su inaceptable injerencia.
Durante una conversación que sostiene con el fiscal Juan Ramos, difundida en audios que se hicieron públicos, Gertz Manero expresa su molestia con el proyecto de Pérez Dayán, quien presuntamente confirma el amparo concedido a Laura Morán, y a su hija Alejandra Cuevas, contra la orden de aprehensión y auto de formal prisión por el fallecimiento de Federico Gertz Manero, hermano del titular de la FGR.
Alejandra Cuevas, de 69 años, se encuentra presa en Santa Martha Acatitla, en tanto que su madre, de 95 años, por su edad, enfrenta prisión domiciliaria. Los hijos de Alejandra han acusado de manera reiterada al fiscal general de la República de fabricar pruebas para encarcelar de manera ilegal a su madre.
“Qué podemos esperar las mujeres de México cuando el responsable de la Fiscalía General de la República usa las instituciones para fines particulares e incurre en abuso de poder, tráfico de influencias y conflicto de interés, demostrando además su misoginia. Es inadmisible. El Fiscal Gertz Manero, debe renunciar”, advirtió la exdiputada federal.
El exlíder nacional del PRD, Jesús Ortega, apuntó que Gertz Manero y ministros involucrados en ‘cocinar’ sentencias de la SCJN a la medida de sus mezquinos intereses, deben ser destituidos y sometidos a proceso judicial de desafuero.