Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el número de pobres en México pasará de 52.4 a 62.2 millones de personas para fin de año debido a la crisis económica y el desempleo, no obstante que el presupuesto para política social, particularmente en los programas asistenciales con tintes electorales, ha ido creciendo y para el próximo año tendrán un incremento de 3.6 por ciento en general con 303,982.9 millones de pesos.
Algunos programas como Pensión para Adultos Mayores, Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, recibirán 20 por ciento de presupuesto más en relación al año pasado y, no obstante ello, el número de pobres va en aumento.
Los pobres no fueron la prioridad como se postuló en campaña.
Por otro lado, el aniquilamiento de la clase media es una constante en gobiernos populistas con principios doctrinarios emanados del Foro de Sao Paulo y nuestro país no ha sido la excepción, al contrario, entre la pandemia y la recesión económica que ya se gestaba en 2019, la clase media está en el peor de los mundos. Por un lado el nulo apoyo gubernamental y por otro la pérdida de ingresos y los enormes compromisos crediticios en los que basa su estatus social.
El gobierno de la 4T no ha dado ningún estímulo a las empresas para proteger el empleo. Ya son 12 millones de empleos perdidos a la fecha y han quebrado más de 500 mil empresas. No hay subsidios a la clase media para que sobrelleve la pandemia.
La crisis le cayó ‘como anillo al dedo’ al presidente López Obrador porque tiene la justificación perfecta para apropiarse del ejercicio del Presupuesto con fines electorales y no con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los más pobres y mucho menos de la clase media.
Aunado a lo anterior, estamos entre los peores países del mundo en el manejo de la crisis, a grado tal que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya mostró clara preocupación sobre lo que ocurre en México, al conminar al gobierno a tomarse muy en serio la pandemia. La OMS advirtió que México “está en mala situación frente a la epidemia de Covid-19 al duplicarse el número de casos y muertes entre mediados y finales de noviembre”, por lo que pidió al gobierno Mexicano que se lo tome muy en serio.
Las malas decisiones y el haber subestimado los efectos del coronavirus tienen al país con el nivel más alto de morbilidad en el mundo con más de 250 mil muertos, aunque las cifras oficiales digan que son 105 mil fallecidos.
Dicen los diputados de oposición en la Cámara baja, entre ellos los perredistas, que “Andrés Manuel no fue capaz de entender la dimensión de la crisis sanitaria mundial ni vislumbrar que México, ante los rezagos de décadas, sobre todo en el sector salud y por la recesión económica que se atravesaba, no tendría capacidad para enfrentar el impacto del coronavirus”.
No tuvo disposición para hacer los cambios que se requerían ni para deshacerse de quienes en su equipo no estuvieron a la altura de su responsabilidad. Tomó la errónea decisión de tratar de resolver la emergencia sanitaria con el mismo diseño inicial de su gobierno; sus mismos programas y megaproyectos.
“López Obrador optó por preservar la continuidad de la 4T, destinar los recursos públicos a los programas clientelares para respaldar a los candidatos de Morena rumbo a las elecciones del próximo año, en lugar de apoyar a los millones de familias afectadas severamente por la pandemia. Su gobierno pasará a la historia como uno de los que actuó de la peor manera para enfrentar la crisis sanitaria”, apuntó la coordinadora del PRD, Verónica Juárez Piña.