Otro centro de estudios de gran importancia para Venezuela es la Universidad de Oriente (UDO) que funciona para atender a miles de estudiantes en la zona cuyo nombre la distingue. Esa casa de estudios superiores se formalizó en noviembre de 1958, teniendo como principal palanca para su edificación al insigne educador venezolano Luis Manuel Peñalver y fue inaugurada el 29 de marzo de 1960 por el presidente de la república, Rómulo Betancourt, quien abre las puertas de la Universidad de Oriente en un acto realizado en la antigua sede de la Escuela “Pedro Arnal”, en la histórica ciudad de Cumana, en donde dice cosas como estas:
«Esta universidad va a permitir la formación de profesionales en las distintas ramas del saber humano, que aquí estudien y que aquí se queden. Esos estudiantes de la Universidad de Oriente deben venir de todas las capas sociales, porque en este país debemos hacer cierta la fórmula de que dentro de la democracia la única aristocracia que existe es la del esfuerzo tesonero, laborioso y creador”.
Como todo el sistema educativo, la UDO padece los embates de una crisis presupuestaria que no permite financiar adecuadamente los programas de mantenimiento, lo que deriva en un progresivo deterioro de su planta física, en el entendido de que esa universidad está esparcida en todo el oriente venezolano mediante la figura de los núcleos universitarios. Otro aspecto que no escapa a esa estreches de recursos, es la seguridad de sus instalaciones que han sido víctimas de ataques arteros cometidos por grupos de desadaptados. Los programas de becas, comedores, transporte, biblioteca y asistencia social han desaparecido, igual mala suerte corren los laboratorios donde no hay ni reactivos. La persecución contra el personal docente es tipo policial.
El 7 de junio del año 2020 se produjo un incendio en la Biblioteca Central de la UDO, núcleo ubicado en el estado Sucre, Cumaná, que acabó con 42 años de acervo académico y científico. Sobre esa lamentable tragedia dio su opinión el profesor Odlanier Gómez, director general del Sistema de Bibliotecas de la UDO (Sibiudo), a cargo de esas dependencias desde 2018 y que por cuatro años (2014-2018) administró la Biblioteca Central:
“El incendio provocado consumió una colección bibliográfica de casi 120.000 ejemplares, valorada en más de un millón de dólares y con un peso cultural incalculable. La cronología del campus da cuenta de que para el año 1978 se reagruparon en el edificio que hoy se conoce como la Biblioteca Central de la UDO —núcleo de Sucre— todos los salones de lectura que se erigieron en los núcleos universitarios de Anzoátegui, Bolívar, Monagas, Nueva Esparta y Sucre”.
El incendio fue intencional, así lo aseguro el comandante de los Bomberos UDO, Carlos Boada, para quién según las pesquisas de rigor, las llamaradas fueron provocadas.
Otros núcleos de la UDO también han sido blanco del vandalismo, tal como aconteció el día 2 de enero de 2021 en las escuelas de ingeniería agronómica, departamento de biología, matemáticas y física que fueron destrozadas, según lo denuncio Eduardo Coello estudiante de dicha casa de estudios.
El núcleo Monagas de la Universidad de Oriente fue atacado por vándalos, denunció Hernán Adonis, estudiante en la UDO Bolívar:
“La UDO es atacada por el vandalismo, la ignorancia ataca nuevamente a nuestra casa de estudio y a la academia venezolana. No dan respiro y de esta manera le da la bienvenida al nuevo año nuestra Universidad de Oriente”.
Todo esto ocurrió en la UDO Monagas, campus Los Guaritos de Maturín, donde algunos desadaptados atacaron a la universidad, inaugurando el nuevo año con serios destrozos en las instalaciones. Los profesores, así como el personal de administración y mantenimiento de esa casa de estudios, se lamentan por la falta de protección en ese centro de estudio, al momento de denunciar que:
“Se robaron todos los cables de electricidad al punto que ninguna oficina administrativa cuenta con energía eléctrica, las instalaciones están destrozadas, reina la delincuencia, el vandalismo y el abandono total por parte del estado. Los sueldos son de hambre, nadie percibe más de 4 dólares mensuales y cuando se quiere jubilar un docente o personal administrativo con más de 30 años de servicio, le quieren dar una miseria que no alcanza para nada. Esta realidad la viven todos los núcleos de la UDO en el oriente del país”.
Y la solución que tiene a la mano el dictador Maduro es designar “un protector” para que asuma oficialmente el control de esa casa de estudios. Así lo anunció el gobernador del estado Sucre, Edwin Rojas, quien afirmó que “tras una reunión con el ministro de Educación Universitaria, César Trompiz, se nombrará un protector a la UDO”. No hay dudas de que esto responde a la voracidad autoritaria de quienes pretenden controlarlo todo, absolutamente todo. Van como una tromba arrasando lo que se edificó en mejores tiempos. Nada quedará en pie, van tumbando claustro por claustro y sobre esos escombros las borlas y las togas, pero lo más importante: van arruinando sueños mientras cavan la fosa de un país que se nos va muriendo de ignorancia.
Por eso mi llamado es a responder con integridad, con auténtica pasión patriótica y con el coraje que exigen estas circunstancias. Pero no será acomodándonos a las maniobras del régimen como evitaremos que este holocausto universitario se termine de consumar. Tampoco será metiéndonos en el festín electoral a ver que pedazo de la torta podrida nos asignan, y mucho menos arrastrando los pies mientras Maduro prepara sus aperos para ganar tiempo pensando en ese “eventual revocatorio”. Ya esas pócimas envenenadas nos han puesto al borde de la derrota definitiva, recuperemos el buen juicio y démoslo todo por la patria.
Fuente: PanamPost