Desde la toma del poder en 1959, la dictadura de Cuba estableció y manipuló con el nombre de “justicia” un sistema de infamia para perseguir, encarcelar y asesinar a los opositores, ciudadanos con pensamiento diferente y grupos sociales que terminó destruyendo. De esta manera fusiló y asesinó a miles de personas, encarceló por años a miles de ciudadanos, forzó al exilio a millones de cubanos. La “justicia castrista de Cuba” se estableció como el mas eficiente mecanismo de “control social” bajo la metodología del miedo con la represión judicializada para escarmentar a los disidentes y mantener en la impunidad total al dictador y los operadores del régimen.
El castrochavismo es solamente castrismo del siglo XXI. Se trata de la repetición con mejora tecnológica de los crímenes cometidos por la dictadura de Cuba de 1959 a 1999, que incluyen desde violaciones a los derechos humanos, corrupción, narcotráfico, terrorismo, tráfico de personas y más, hasta invasiones, guerrillas y exportación de mecanismos de conspiración, sedición, tortura y asesinato de reputaciones.
En 1999 Hugo Chávez salvó al castrismo del estado agónico en que se encontraba, y entregándole dinero, petróleo y más tarde Venezuela entera construyó el castrochavismo definido como “organización de delincuencia transnacional y no política que usurpa el poder en Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua”.
Por eso vemos con mas frecuencia e intensidad la acción de los “jueces infames del castrochavismo” que han convertido la justicia en “instrumento de violación de derechos humanos”, que “no son jueces, son verdugos”, que hacen de los procesos judiciales “un sistema de linchamiento” y no de protección. Son criminales con agravante porque operan por mandato del crimen organizado que usurpa el poder, porque han instalado y sostienen el “estado de indefensión” violando los derechos humanos a nombre de la ley y la justicia.
Jueces infames son los que en Cuba tuvieron casi 23 años en la cárcel a Armando Valladares, los que encarcelan y torturan a Luis Manuel Otero Alcántara y los mas de 136 presos políticos certificados por Prisioners Defenders; los que acaban de realizar el asalto al diario El Nacional en Venezuela y los que mantienen presos y torturados a mas de 320 presos políticos como lo certifica el Foro Penal Venezolano; los que mantienen mas de 125 presos políticos en Nicaragua como lo demuestra Reconocimiento; los que tienen presa a la expresidenta boliviana Añez y cerca de 100 bolivianos para imponer una falsa narrativa a la renuncia y fuga del dictador Evo Morales en noviembre 2019.
Jueces infames son los que manejan juicios para perseguir opositores y líderes en Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua y no permitirles participar en política, mantenerlos residenciados o en el exilio, robarles sus bienes, asesinarles la reputación y con todo esto proteger a los verdaderos criminales que son los dictadores y sus entornos.
El mundo conoce el nombre de los dictadores y es tiempo de empezar a conocer por su nombre a sus jueces infames y los casos con que delinquen.
Fuente: Diario las Américas