El gran objetivo del crimen siempre ha sido penetrar, controlar, ser parte de la política. En las Américas los intentos más notables del siglo XX fueron los narcotraficantes Pablo Escobar, en Colombia, y Roberto Suárez, en Bolivia, socios en narcotráfico con Fidel Castro y el castrismo como lo prueba el libro El rey de la cocaína, en el capítulo La conexión cubana, el fusilamiento del general Ochoa y más.
En el siglo XXI este objetivo fue logrado por el socialismo del siglo XXI o castrochavismo que, expandiendo la metodología de Cuba, logró tomar y detentar el poder político en Venezuela con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, Bolivia con Evo Morales y Luis Arce, Nicaragua con Daniel Ortega y Ecuador con Rafael Correa, convirtiendo a todos estos países en narco estados.
También logró dar condición política al narco guerrillero FARC con acuerdos de paz contra la voluntad del pueblo de Colombia que votó por el NO. Sostienen la violencia armada con la simulación de las “las disidencias de las FARC” y las operaciones narco guerrilleras del ELN, a cuyos jefes Cuba protege en su territorio.
Cuba, con Castro/Diaz-Canel, Venezuela, con Maduro/Cabello, Bolivia, con Morales/Arce, y Nicaragua, con Ortega/Murillo, son narco estados en los que se cometen crímenes de lesa humanidad y se ejerce institucionalmente terrorismo de estado. Con barniz ideológico e ilimitados recursos de financiamiento político por medio del Foro de Sao Paolo han articulado el apoyo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner desde Argentina, de Andrés Manuel López Obrador desde México y de Pedro Castillo desde Perú, que apoyan y encubren a los jefes de los narco estados castrochavistas.
Este es el marco de referencia para entender la reunión de la CELAC y la presencia en México de los dictadores de Cuba Miguel Díaz-Canel y de Venezuela Nicolás Maduro: El aniversario de la independencia de México, utilizado por López Obrador para pagar facturas al régimen cubano, ayudando al dictador luego de los crímenes de lesa humanidad agravados desde el 11 de julio cuando el pueblo pidió pacíficamente “libertad, patria y vida”; La Cumbre CELAC manipulada por López Obrador – con el pretexto de liderazgo latinoamericano de México- para incorporar al reo Nicolás Maduro.
Lo que en verdad ha conseguido López Obrador es dar prueba plena de su servidumbre y participación en el crimen organizado transnacional. Haciendo de México sede de la promoción y encubrimiento de criminales, viola la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional o Convención de Palermo que ratificó el 4 de marzo de 2003. Viola el Tratado México-Estados Unidos-Canadá T-MEC o Estados Unidos-México-Canadá USMCA con gravísimas consecuencias económicas.
México firmó el 4 de mayo de 1978 el Tratado de Extradición con Estados Unidos y lo ha ejecutado reiteradamente, siendo el caso mas notorio el del narcotraficante mexicano “el Chapo Guzmán” en enero de 2017. El articulo 1.1 del tratado: “Las Partes Contratantes se comprometen a entregarse mutuamente, con sujeción a las disposiciones de este Tratado, a las personas respecto de las cuales las autoridades competentes de la Parte requirente hayan iniciado un procedimiento penal…”
El fiscal general de Estados Unidos anunció el 26 de marzo de 2020 cargos criminales por «conspiración para el narcoterrorismo» entre el llamado cartel de Los Soles, formado por autoridades venezolanas y liderado por Maduro, y las FARC desde 1999. Se estableció recompensa de 15 millones de dólares por la captura de Maduro. El Departamento de Estados ha recordado este 18 de septiembre –coincidente con el arribo de Maduro a México- la recompensa de 15 millones de dólares.
“Maduro ayudó a administrar y, en última instancia, a liderar el Cartel de los Soles, una organización venezolana de narcotráfico compuesta por funcionarios venezolanos de alto rango, mientras ganaba poder en Venezuela en una conspiración de narcoterrorismo corrupta y violenta con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. (FARC)”, dice el aviso de búsqueda contra Maduro, en la página oficial del Departamento de Estado de EE.UU. ¿La leyó López Obrador?
Fuente: Diario las Américas