«La Unión Europea es una comunidad política de derecho, y que está constituida en un régimen sui géneris de organización internacional, nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los Estados y pueblos de Europa». Fue fundada el 1 de noviembre de 1993 por Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, y hoy la integran un total de 27 países de Europa.
Esta organización continental ya tiene 27 años de fundada. Representa un gran ejemplo para la comunidad internacional, luego de haber logrado consolidar intereses de una multiplicidad de países desarrollados muy complejos, integrándolos en una verdadera estructura sincronizada para velar por los intereses de cada uno de sus miembros, sin menoscabo de su identidad e idiosincrasia. Y, además, unificando y protegiendo sus intereses en común, hasta conformar una gran potencia de carácter mundial.
Innegablemente, es un ejemplo el hecho de haber integrado las potencialidades de 27 países y constituir un verdadero poder en todos los órdenes. Sin desestimar que también hay que tomar en cuenta que el largo proceso de formación histórica de estos países implicó guerras, rivalidades y conflictos entre ellos, hasta alcanzar internamente una integración en perfecta armonía en todos los órdenes.
Contrariamente a estos hechos, hay que citar lo que ha sucedido en el continente Sur Americano, integrado por 46 países, conformados con una historia similar. Asimismo, descubiertos y colonizados por países europeos, de los que se independizaron durante el desarrollo de guerras de independencias en un corto período histórico, si lo sucedido se compara con los europeos.
América del Sur, sin duda alguna, es un amplio continente en el que el 90% de su población es de habla hispana o portuguesa, conformada por un mestizaje común, entre blancos, indios y negros, y que, a diferencia de Europa, no han tenido guerras o conflictos internos relevantes. Su idiosincrasia, en términos generales, es muy parecida. Su cultura, formación y comportamiento social es común en toda la región, y esa vinculación, sin duda alguna, facilitaría una integración de nacionalidades. Desafortunadamente, la limitación ha estado siempre en los respectivos gobiernos saturados de intereses personales y ambiciones de poder, impidiendo cualquier iniciativa de integración real.
El único intento de unificar el Sur del Continente lo realizó el Libertador Simón Bolívar, con base en cruentas guerras con los españoles. Eso hizo posible el logro de la independencia de algunos países, que, equivocadamente, no consolidaron su unión. Sin duda alguna, la historia de esta parte del Continente ha estado plagada de gobiernos dictatoriales o conformados por cúpulas de poderes mezquinos que han antepuesto intereses personales a los de la nación correspondiente, imposibilitando la conformación de una verdadera unión de los países en nuestro Continente.
Indiscutiblemente, el propósito siempre ha estado presente. Se constituyó la Organización de Estados Americanos (OEA) perteneciente a las Naciones Unidas el 30 de abril de 1948 en Bogotá, Colombia, al culminar la Segunda Guerra Mundial. Es la más importante del Continente, entre otras tantas que se han conformado (Mercosur, Caricom, Alalc, Parlamento Andino, entre otras). Pero, al final, la OEA no ha dejado de ser otra cosa que un Club de Amigos, en el que se han logrado algunos acuerdos económicos y políticos. Pero que, en ningún caso, ha hecho posible una verdadera integración económica social y de defensa, salvo permitir un Continente de libre transitabilidad tanto comercial como ciudadana, integradas en un Consejo de Naciones Sur Americanas y ciudadanos con un pasaporte común, y alrededor de lo cual se estimó que nos convertiría en otra gran potencia mundial. De hecho, ese fue el gran sueño del Libertador Simón Bolívar, innegable visionario de lo que sería el eje del gran poder mundial hoy en día.
La conclusión de estas reflexiones permite otro inevitable comentario. Y tiene que ver con el hecho de lo que, impulsado por intereses pequeños, se ha planteado alrededor de un suceso nacional. Está relacionado con una pregunta que se formulan venezolanos por todas partes: » Será que nadie supo explicarle al Sr. Nicolás Maduro sobre las consecuencias que implicará el hecho de haber expulsado de Venezuela a la Embajadora de la Unión Europea, Señora Isabel Brilhante Pedrosa, por motivos caprichosamente oficiales, y, según las autoridades, para declararla persona non grata»? . En Europa, está la Madre Patria regional. Y hay un sabio dicho que registra una verdad innegable, y se trata de que el que le pega a su familia, se arruina.
Caracas 1/3/2.021
OPINIÓN-Egildo Luján Nava: ¡EXPULSAR A LA UNIÓN EUROPEA! ¿SERÁ QUE NO SABEN LO QUE HACEN?
