Simultaneamente, la politica educativa impuesta convirtió a los institutos universitarios en “universidades”, sometió a las universidades nacionales a restricciones financieras intolerables hasta que logró, que su estructura presupuestaria integrada mayoritariamente por costos de nómina pasara a ser controlada y pagada directamente por el regimen mermando las funciones de los responsables administrativos que se limitan a ser mensajeros de cuando los infimos recursos son depositados en sus cuentas.
El régimen complementó esa actividad con la firma fraudulenta de una convención colectiva manejada por las manos de fanáticos de sus planes. Estas infamantes decisiones no tuvieron oportunidad de revertirse convirtiendo a las autoridades en simples tramitadores y las eternas autoridades universitarias no pasan de una tímida expresión de protesta, especialmente, cuando se han violando normas constitucionales las cuales cercenaron la autonomia universitaria, y prohibió a las elecciones universitarias. Mas recientemente, intervienen autoritariamente a las autoridades y las sustituyen por fanáticos de su revolución sometiendo por la via de hechos cumplidos a las comunidades universitarias y ahora, tienen la mirada puesta en las pocas universidades nacionales que quedan las cuales intentan reactivarse aparentando funcionar con un falso maquillaje.
Logrado el control de un sector que siempre fue contestatario, domó literalmente a las universidades, y las colapsaron, dejando sin respuesta a instituciones que tuvieron pensamiento crítico, que adversaron las ilegalidades y dotaron al pais de una sociedad inteligente y democrática en su mayoria por otra decadente, desesperanzada, pobre y sin recursos para su reactivación y, porque no decirlo, en una clase nueva con pobreza crónica.
La comunidad universitaria sobreviviente tiene solo el recurso de la protesta retórica, comunicados sin efecto, sin capacidad de convocatoria, y en las recientes semanas cae en la celada de articularse con el regimen para reconstruir la pérdida física de sus campus bajo la apariencia que son dirigidos falsamente por las autoridades universitarias, ejercen sus acciones sin disimulo para dar la impresión de la reconstrucción oficial de la infraestructura pérdida, de sus laboratorios, e instalaciones docentes las cuales afectaron mortalmente los procesos de docencia e investigación. Solo sobrevevive la universidad en apariencia, con algunos programas académicos, y la informalidad de una educacion a distancia chucuta cuyos resultados son totalmente cuestionables desde el punto de vista académico y profesional.
Se plantea el llamado a clases, la inscripción de nuevos estudiantes, cuya selección la impone el régimen, es decir, entran potencialmente sus fanáticos para invadir los espacios, con la mente puesta en imponer la idelologia favorable al comunismo. Se prepara una retoma de la actividad académica sin recursos, sin la infraestructura adecuada, y un presupuesto administrado por el régimen, sin más de la mitad de la fuerza docente e igualmente, con estudiantes virtuales donde muchos se fueron o se dedicaron a otras actividades de supervivencia.
Frente a la gran complejidad de la educación superior, con una fuerza docente debilitada y menguado interés estudiantil, se protesta en hermosa prosa declarativa; se apresta para iniciar lo imposible, sus esperanzas imprimen la aspiración de reconstruir la universidad, de producir un nuevo modelo y retomar la actividad universitaria, aún reconociendo que lo hacen dentro de un escenario adverso ignorando la premisa que nada será posible con este modelo de gobernanza y la unica posibilidad de reconstruir a futuro el sistema universitario es con un cambio de gobierno.
No se avizora dentro de las circunstancias políticas del momento cambio alguno, los dirigentes y activistas que se dicen de oposición, transaron con el régimen en negociaciones vergonzosas la supervivencia política y el compartimiento de un poder menguado integrado por los mendrugos que quedarán de las tan defendidas elecciones regionales que por fraudulentas e ignorando la ley y la Constitución las dan por buenas coincidiendo con la politica y práctica delincuencial del régimen, o al menos, de complicidad manifiesta.
Si se logra, como es deseable e imprescindible, el cambio de modelo, ¿cómo resolver el tema de dos centenares de universidades que no son tales?, ¿cómo reconstruir el sistema universitario? ¿Qué hacer para reconducir a millones de profesionales de mentira y adaptarlos a las competencias del mundo actual? ¿Cómo resolver el tema de la proliferación de planes de estudio sin pertinencia? y ¿cómo retomar la investigación y reconstruir el tejido académico?. En realidad son respuestas complejas frente a un mundo univesitario que está cambiando de manera global, la realidad es que muchos jóvenes no quieren ser universitarios, sino simplemente entrenarse lo mas rápido que se pueda con habilidades profesionales focalizadas en la coyuntura laboral.
Solo son unas ideas al respecto que nos llenan de temor e incertidumbre, recomponer el sistema universitario significa prever la debida estratificación de sus objetivos, por ejemplo, docenas de universidades territoriales o estadales se han multiplicado con los mismos objetivos y carreras, incluso con el mismo cuerpo docente. Docenas de universidades del Estado conviven en la misma ciudad con estructuras universitarias tradicionales, universidades experimentales que ya no lo son, tecnológicos que son universidades. Creemos que llegó el momento de estudiar la creación de las universidades de cada estado federal dentro de un subsistema regional adecuado, definir a las universidades nacionales con otros objetivos profesionales y potenciarlas hacia sus verdaderos fines: la investigación, desarrollo y formación de científicos, de proyectos innovadores acompañados de su pertinente acción social para el desarrollo de grandes centros de salud, tecnología y producción de conocmiento; además, favoreciendo el producto regional de las universidades regionales con la incorporarción a una educación cientifica de los mejores. Utopia, tal vez, pero hay que repensar la universidad.
En un mundo ya globalizado, para muchos pareciera que está claro que la realidad mundial tiene cambios significativos en la educación universitaria frente a la explosión tecnológica y enlazado en redes, donde todo cambia, y la “big data” nos invade. La curva de aprendizaje cambió para la población laboral la cual está centrada en nuevas profesiones. Estamos hablando de la vinculación real, de necesidades de inversión y de nuevos enfoques, tales como: programas certificables montados en eficientes plataformas administradas por instituciones confiables y de credibilidad, asociados con proveedores tecnológicos que no son precisamente universitarios, sino instituciones de alta tecnologia sustentandos en potentes desarrolllos científicos que ya no lo producen las universidades.
Frente a ello la educación universitaria está dejando de ser una opción inmediata para las personas que requieren insertarse en el mundo laboral cuyas competencias la universidad no las ofrece; su efecto es determinante, potenciado en nuestro caso, por la destrucción y colapso del modelo universitario provocado exprofeso por el régimen.
Desde el punto de vista de lo que está sucediendo, la universidad que pretende reiniciarse es insostenible, frente a ello, responsablemente tenemos que desarrollar nuevas opciones o simplemente innovar y dejar la cosmética universitaria de reparar lo irreparable. Estamos hablando de una nueva universidad o modelo de universidad, que incorpore la formación integral, libre, flexible y de calidad, que permita su inserción en la sociedad del conocimiento actual. En realidad, la vision necesaria es otra, es de alianzas, internacionalización, articulación con organismos, instituciones, y corporaciones, de manera ágil y colaborativa, de competencia laboral, con nuevos planes para la formación profesional.
El futuro se modela con cierta probabilidad, frente al hecho que la población y sus aspiraciones siguen en crecimiento; que no desea volver a los mismos esquemas pasados de moda. Su diseño se llama transformación, miles de competentes diseñadores y expertos universitarios deben trabajar duro y sistematicamente mientras los poderosos comunistas disfrutan de las mieles del poder, que no será eterno. Mientras tanto, en nuestros humildes gabinetes y la debida conexión positiva nos permita diseñar ese futuro universitario y desarrollar nuevas estructuras sostenibles en el tiempo de acuerdo al tremendo desarrollo cientifico tecnológico actual.
Hagamos el trabajo, desarrollemos escenarios viables, prácticos, sólidos, científicos y humanísticos, aprovechando los recursos intelectuales al máximo, sin dejar de adoptar actitudes críticas, combativas y no dejarnos vencer por las fuerzas del mal, ni de modelos globalistas, cara oculta del poder antidemocrático.
En escencia la libertad se conquista, no es gratis, todo tiene su fin y el modelo político actual no podrá mantenerse, deberá ser sustituido para que la cultura, la ciencia y el humanismo avancen en un mundo transcomplejo y en un escenario de libertad académica.