El régimen oficializa la integración del Ejecutivo con dirigentes cubanos.
El usurpador anuncia que su gabinete se amplía con representantes del gobierno de La Habana, con lo que determina que el país ya no es tal, sino que es simplemente una provincia cubana cuyos motivos fundamentales son consolidar el socialismo y apoderarse de los recursos venezolanos.
Las motivaciones políticas de implantar el socialismo afianzado en una invasión militar silenciosa siguiendo las pautas del Foro de Sao Paulo obedecen a las ambiciones cubanas de expansión de su modelo de gobernanza y de las metas para construir la Gran Cuba Socialista.
Han desarrollado formas de penetración para apoyar la conversión de una nación usando los instrumentos de la democracia, como son las elecciones: las manipularon para conseguir la dependencia gradual de Venezuela siguiendo las pautas del castrocomunismo a través de un títere impuesto por el gobierno cubano. Es muy evidente el efecto perverso del modelo usado por el régimen que sacrifica a su población al mejor estilo cubano en su empeño por mantener el poder a como dé lugar, sustentado por una camarilla militar.
Es necesario destacar que la infiltración de 20.000 cubanos milicianos informada por el canciller de Cuba [1], Bruno Rodríguez Padilla (algo más de 30.000 según estimaciones propias), están ubicados en Venezuela en puestos estratégicos y han logrado mancillar y someter a toda una nación en una guerra posmoderna, ganada por el invasor cubano, favoreciendo de paso los intereses de Rusia China, la India, Turquía, Siria, Irán, el Hezbolá y otros grupos terroristas.
Los cubanos invasores han controlado la vida de cada venezolano a través de los sistemas de identidad, bancarios, registro civil, apoderamiento de empresas del Estado, y de los sistemas de alimentación y salud apoyados en los dirigentes del régimen que son títeres de los cubanos y de sus protectorados internacionales, con quienes comparten como aves de rapiña a un país entero
Los venezolanos no hemos entendido que somos un país invadido y colonizado por cubanos y sus fuerzas colaterales a la cabeza de un usurpador que arruinó al país y lo convirtió en cabeza de playa para el apoderamiento lento y sistemático favoreciendo su impacto en el continente latinoamericano. Este plan cubano debe ser comprendido a cabalidad por los venezolanos que debemos conocer, resistir, combatir y expulsar esa invasión que se apoderó del país mediante un programa hábilmente concebido con estrategias y acciones delictivas.
El profesor Ovan Ellis, del Instituto de Estudios Estratégicos del Army War College de Estados Unidos [2], refiriéndose a Venezuela escribió: «Lo que ocurre en Venezuela no es una cuestión de política o de relaciones internacionales, sino un golpe del crimen organizado en gran escala: un grupo de criminales ha tomado control del Estado y asaltado su Tesorería”.
Conseguido el objetivo político de disponer de un gobernante sujeto a las directrices del Foro de Sao Paulo, a las ideas y órdenes del castrismo y al apoderamiento de las instituciones venezolanas en los puestos claves, fue necesario completar la jugada con los requerimientos de capital, y la estructura empresarial necesaria para operar la economía venezolana en beneficio de la cubana.
En el año 2004 se inicia la entrega total de un sinnúmero de empresas al control cubano, lo que fue consolidando paulatinamente su dominio hasta nuestros días. Se inicia el proceso con el perfeccionamiento del aparato militar venezolano adoctrinado con el enfoque comunista, a tal efecto, misiones militares oficiales van a Cuba en busca de ese objetivo y solo como referencia se citan las siguientes acciones: se crea el Bloque Regional de Defensa para dar el apoyo estratégico a los gobiernos revolucionarios de la región bajo el lema cubano “Patria, socialismo o muerte” Se crea la articulación de inteligencia militar y los respectivos anillos de seguridad de la Presidencia bajo control total de cubanos de la agencia de seguridad G2. El Instituto Técnico Militar José Martí en Cuba lleva a cabo el entrenamiento de la aviación militar de combate, donde los oficiales venezolanos se entrenan por años en la operación de equipo aéreo ruso.
La articulación Venezuela-Cuba conduce a que el servicio de inteligencia de este último controle la información vital de la república supervisando las oficinas de identificación nacional, del Registro Electoral, de los Registros y Notarías, de la compañía de teléfonos Cantv, empresas de electricidad, servicios aduaneros y los servicios de inteligencia nacional. Esto determina el control de los movimientos de la data personal de cada venezolano, que a partir de ese momento es controlado por el gobierno comunista cubano.
Los pasaportes y cédulas de identidad se han otorgado a ciudadanos extranjeros, cubanos, sirios, libaneses, iraquíes, rusos y chinos, sin ningún tipo de soporte. Es casi normal ver en los aeropuertos internacionales del país a extranjeros que no hablan español -por ejemplo, chinos y ciudadanos del Medio Oriente- ingresando como venezolanos sin guardar ningún tipo de formalidad de inmigración o aduanera. Simplemente son milicianos, terroristas o trabajadores que vienen con misiones antinacionales y que constituyen un enorme peligro de trafico de terroristas a nivel internacional. Es más, se ha dado el caso de traficantes detenidos en otros países con documentos de identidad venezolanos.
Los procesos informáticos fueron cedidos a Cuba, incluyendo la conexión submarina de fibra óptica y para tal fin se creó la empresa Guardián del Alba, S. A., propiedad en mayoría accionaria de Cuba para desarrollar los proyectos informáticos de Venezuela y el desarrollo de programas de adiestramiento ideológico para las escuelas y soporte de la distribución masiva de computadoras denominadas Canaima.
La primera jugada táctica se expresa mediante el control de distribución petrolera y petroquímica usando como pivote la refinería de Cienfuegos, totalmente remodelada después de que estaba en ruinas aplicando una enorme inversión. Hoy en día, es un emporio para el procesamiento de crudo y en consecuencia comercializa su producción, retiene para el consumo interno lo necesario y vende en los mercados internacionales los excedentes mediante un pingüe negocio ilegal sin pagar la factura en ninguna de sus fases, comercializando sus productos a través de la empresa PDV-Cupet S. A. Esta operación incluyó el desmantelamiento de la refinería de Caripito, que fue traslada a Cuba para su utilización en estos proyectos cuyo costo se ha mantenido en secreto; pero en medios internacionales se habla de más de 22.000 millones de dólares. El portal Panampost [3] informó “que la expropiación de la refinería de Cienfuegos obedeció al impago y Cuba decidió asumir el control de la refinería cubano-venezolana alegando que tomó posesión porque Venezuela «se lo debía por los servicios profesionales prestados».
Podemos seguir enumerando el apoderamiento cubano en la provincia de Venezuela, detalles se pueden ver en el libro de mi autoría Venezuela Provincia Cubana, el cual puedo enviar si lo solicitan a @genamos19. Solamente para ilustrar otras áreas, basta examinar su intervención mediante el desarrollo de empresas que ocupan los elementos estratégicos de las comunicaciones comerciales y domésticas, por ejemplo, es relevante la empresa Puertos del Alba, S.A destinadas a la administración y mantenimiento de los puertos, aeropuertos y carreteras. La empresa cubana Albamar S. A. adquirió la empresa Ferryven para activar las embarcaciones, como es el caso del ferry para hacer transporte de La Guaira al puerto de Guamache, en Margarita; Ferrola S. A., que se ocupa del ferrocarril Barquisimeto-Puerto Cabello y del negocio de la operación de los autobuses comprados a Bielorrusia. Y del mantenimiento y desarrollo de proyectos ferroviarios en Venezuela y Cuba.
Es necesario destacar el apoderamiento del sector turístico en el que los cubanos han tenido una veta en sus ingresos nacionales explotando hoteles y servicios para el turismo, controlando el sistema hotelero Venatur apoyados en su asociada Cubanacan, ello ha incluido la expropiación en Venezuela de las cadenas internacionales hoteleras haciendo Cuba sus veces como operadora de la herencia hotelera distribuida en el territorio nacional.
La empresa Alba Bolivariana C. A. desarrolla programas de construcción de bloques de vivienda, casas rurales y urbanizaciones enteras, como es el caso del complejo ubicado en Fuerte Tiuna, donde miles de militantes viven alrededor del principal centro militar del país como una especie de escudo humano para la protección de los dirigentes del régimen que prefieren pernoctar en esas instalaciones porque no pueden vivir con el resto de la comunidad por razones del odio que han despertado por la ruina del país y la corrupción generalizada.
Hay que poner de manifiesto un tema pavoroso que está provocando la destrucción de uno de los recursos más importantes de Venezuela, el llamado Arco Minero, que comenzó con la creación de una empresa cubana para la explotación indiscriminada de los recursos y ha continuado con la participación de otros países del eje socialista y de intereses indiscriminados que nos les importa sino el negocio del oro, de minerales estratégicos, diamantes y explotación de recursos sin importar los daños ambientales en el bosque amazónico ni el daño a los ríos madres del territorio.
La empresa Fensa, que comenzó interviniendo la extracción de material ferroso, el procesamiento del hierro, el acero y el aluminio, no solo se llevó por delante a las empresas estratégicas de Guayana, entre ellas Venalum, sino que arruinó el centro industrial de Guayana y se perfeccionó con los contratos de los gobiernos chinos, rusos, iraníes, sirios, el apoyo del ELN y de intereses foráneos, tales como los de la India, Pakistán y otros territorios, para entrar sin misericordia a territorio minero, explotar sin límites toneladas de minerales preciosos que se venden a granel, se contrabandean, se comercializan por debajo de la mesa, que enriquecen a funcionarios civiles y militares y exterminan a etnias como los pemones sin ningún tipo de consideración.
Esta invasión continúa sin pausa y convierte al régimen en una región intervenida, y sin valores soberanos. Es una desgracia para el país. Debemos recuperar a Venezuela del secuestro al cual ha sido sometido, aplica en consecuencia una acción de fuerza para desplazar a los invasores cubanos y despreciar la pretensión de los usurpadores de integrar un gobierno con funcionarios cubanos, ofensa nacional que todos rechazamos. No solo por el cinismo con que es declarado, sino como un acto de soberanía nacional.
Fuente: El Nacional