Un conjunto de denuncias formuladas en los años 2005 y 2006 que hacían referencia José Luis Parada, exgerente de PDVSA Occidente para la fecha, da cuenta de una serie de irregularidades y negociaciones “sospechosas” realizadas por este, los hermanos Guillermo y Marco Romero, la compañera sentimental de este último y también funcionaria de la estatal, Libeth Nieto, que involucraban a Empresas Norte Sur C.A. (ENSCA), propiedad de Lionel Salaverría.
ENSCA, figura como representante en Venezuela de GEFanunc, Woodward, Bently Nevada y Fix eran pertenecientes a General Electric, marcas que comenzaban a resultar incómodas para el chavismo, por ser estas transnacionales estadounidenses.
Lionel Salaverria igualmente propietario de panamericana de Ailamientos Térmicos S.A. (PANTERSA), venezolana de Ingeniería de Consulta S.A. (VENINCO), Innovatis Technologies de Venezuela C.A., las cuales, igualmente, mantienen negociaciones con PDVSA y sus filiales. Salaverría es propietario también de la empresa ensambladora de motos marca MD.
El informe de AIT
Un informe de AIT de PDVSA Occidente, fechado en junio de 2005, hace referencia a que las empresas GEFanunc, Woodward, Bently Nevada y Fix eran marcas de General Electric y que la Empresa Norte Sur fungía como representante exclusivo de la primera y, al mismo tiempo, enlace entre la segunda y Petróleos de Venezuela S.A. Esto último a pesar de que estaba vetada por la estatal por “haber colaborado en el sabotaje petrolero de 2002-2003”.
Resulta que Woodward, según el reporte, «se negó a suministrar información acerca de los sistemas de automatización cuando se le solicitó». No obstante, «en los años 2004 y 2005, a Empresa Norte se le contrató para ejecutar varios proyectos importantes en el área de automatización para las Plantas de Compresión de Gas, especialmente en Tía Juana».
En las Plantas de Gas de Tía Juana funcionaba, desde 2004, un grupo de ingeniería encargado de aprobar o no los proyectos que allí se desarrollaban y que estaba a cargo de Guillermo Romero. Este, recuerda el informe, cursaba para la fecha del paro petrolero —con financiamiento de PDVSA— un postgrado en Estados Unidos. Su esposa había estado vinculada laboralmente a Empresas Norte Sur, mientras su hermano, Marco Romero, se desempeñaba —para le fecha del informe— como supervisor en la Gerencia de Proyectos del Distrito Tía Juana del Departamento de Soporte Técnico e Instalaciones de PDVSA Occidente. Agrega, que Guillermo Romero viajó en varias oportunidades a EE. UU. en 2004 a las instalaciones de General Electric, para atender asuntos relativos a proyectos de las Plantas de Gas Distrito Tía Juana.
El informe también acusa que también, «Aida Naim, perteneciente al citado Departamento de Soporte Técnico participó en actividades de Gente de Petróleo, aunque no fue despedida por estar de permiso médico por embarazo durante el paro petrolero». Para la fecha del reporte seguía laborado en PDVSA, pero en otro departamento.
El informe justifica de alguna manera que «Empresas Norte Sur haya obtenido las licitaciones de varios proyectos, dado que su condición de representante de General Electric» le otorga ciertas ventajas por encima de otros participantes en los proyectos.
El informe también refiere que «la empresa MGM fue beneficiada de varios contratos, a pesar de estar vetada por su participación en el sabotaje petrolero de 2002-2003».
El reporte denuncia «la tendencia a beneficiar a la empresa Rotork, la cual estaba dirigida por la exgerente de Cibernética de PDVSA Occidente, Dilia Rosa Guerra, despedida durante el paro petrolero por pertenecer a Gente de Petróleo».
Otro hecho irregular dado a conocer en el informe, tenía que ver con las empresas Moalca y Conscarvi, las cuales contarían con los mismos directivos, “es decir, son dos partes de una misma compañía”. Puntualiza que estas empresas se dedican al “negocio de contratar”, o sea, «PDVSA paga a estas compañías que contratan personal por el que la petrolera asigna una cantidad de la cual se dedica en realidad una tercera parte aproximadamente al pago del profesional y su posterior liquidación, obteniendo una ganancia de las dos terceras partes restantes». El informe concluye que “lo más caro de contratar a alguien de esta manera es la contratación misma”.
El informe hace mención a otros asuntos, como el retraso de PDVSA en el cumplimiento del Decreto Presidencial Nº 3390 de diciembre de 2004 de implementar el software libre o de código abierto en la estatal. También acusaba que Petróleos de Venezuela seguía comprando instrumentos de control “casi en su totalidad a monopolios fabricantes (marcas) de EE. UU., entre las que resaltan General Electric (GEFanuc, Fix, Woodward), Allen-Bradley, Microsoft, IBM, Sun”.
Igualmente se reportaba como hecho negativo el que el personal de AIT se involucrara en los proyectos contratados con empresas extranjeras, sólo en la etapa final de los mismos, lo que significaba que se encontraran “con una serie de irregularidades técnicas y comerciales”, como mala especificación de equipos, incumplimientos de las normas PDVSA, desconocimiento de los procesos, entre otras.
Denuncia sobre irregularidades en las Plantas de Compresión de Gas
El 12 de abril de 2006, un informe reiteraba parte de los anteriormente planteado acerca de la contratación, en el año 2003, por parte de PDVSA en las plantas de gas, de empresas que “de manera abierta o solapada, activa o pasivamente” participaron en el paro petrolero, calificado por el oficialismo, como “sabotaje petrolero”.
Para la fecha de la “denuncia” (2006), se refería que la mayoría de los proyectos de automatización se seguía utilizando exclusivamente los servicios de PLC`s GEFanuc (General Electric) o Allen Bradley (RockwellAutomation) “bajo la tesis del Upgrade (actualización), por lo que, a su modo de ver PDVSA se “entubaba” con las mismas marcas estadounidenses del “pasado” y negando la posibilidad de usar tecnologías alternativas.
Se veía con preocupación, la utilización casi exclusiva, de la Empresa Norte Sur (ENSCA), ganadora de licitaciones o adjudicaciones directas bajo la premisa de “declaración de emergencia” en proyectos de gran envergadura y multimillonarios en el área de automatización en los que ENSCA es representante de la marca GEFanuc de PLCs de General Electric.
“En este sentido,es que la interesada, insistente y evidente promoción para el uso de tecnologías de la marca GEFanuc en beneficio de la Empresa Norte Sur C.A. (ENSCA), por parte trabajadores de PDVSA tales como Marco Romero (Líder de Infraestructura Gerencia de Gas Asociado GGA, indicador ROMEROMEQ); Lisbeth Nieto (Líder de Planta Gas GGA, indicador NIETOL) y Guillermo Romero (Líder del Grupo de Ingeniería de Planta Dtto TJ, indicador: ROMEROGE), quienes de una u otra manera tienen el poder de decidir ‘qué es mejor para la empresa’, los hace sospechosos de conspiración en contra de los reales beneficios para la industria petrolera venezolana y por ende para el país, y de ser beneficiarios económicos de Norte Sur”, sentencia el informe-denuncia.
Se hace mención de que, como lo señalan otras denuncias aquí dadas a conocer, Marco Romero, hermano de Guillermo Romero, “mantiene una relación y de dominio público con Lisbeth Nieto”.
La denuncia se extiende a José Luis Parada y «los supuestos vínculos con el presidente de Empresas Norte Sur, Lionel Salaverría y con los hermanos Romero», sus encuentros en lujosos hoteles de Maracaibo y Caracas, que llevaban a sospechar de que “los negocios y contratos que se han otorgado a la empresa Norte Sur tengan alguna vinculación con estos supuestos vínculos (sic) de amistad”.
La denuncia exhortaba a investigar los bienes adquiridos por los hermanos Romero y la relación de los “proyectos ENSCA-PDVSA-Romero-Parada”.
Denuncia en el programa de Mario Silva
El 5 de diciembre de 2007, se formuló una denuncia anónima en los comentarios de un video del programa “La Hojilla” conducido por Mario Silva en Venezolana de Televisión (VTV) del 4 de julio del citado año 2007. Esta denuncia también fue publicada en el portal Noticias Candela el 21 de septiembre de 2008. Igualmente la publicó el portal Informe en la misma fecha.
Según expresa el denunciante, Lisbeth Nieto, a quien apoda como Lisbeth “Carmona Matraca” Nieto, gerente de Plantas de Gas y de Gas Asociado, con sede en el edificio principal de PDVSA en Tía Juana, maltrata a los trabajadores a su cargo.
La califica de “escuálida” —denominación que el difunto presidente, Hugo Chávez, le daba a sus adversarios políticos— y refiere, en primer término, que reemplazó todos gerentes de segunda línea, militantes del oficialismo, “que afrontaron el paro petrolero en el año 2002” y los sustituyó con personas de oposición.
Asimismo, el denunciante sostiene que «Nieto despide al personal que no está de acuerdo con la contratación de empresas que no cumplen con el perfil requerido»; despido de trabajadores afectos al “proceso revolucionario” y con experiencia en Plantas de Gas, a quienes sustituyó por personal con menos de 5 años de experiencia pero que están alineados con ella; hacer “matraca con la empresa Norte Sur y Pantersa” presididas por su cuñado, «Guillermo Romero, quien fue gerente de Plantas de Gas Tomoporo y cuñadito de ella. Insta a revisar el proceso de compra de las válvulas de control de gas combustible de las turbinas de Planta TJ-3».
La denuncia también acusa Lisbeth Nieto de cometer irregularidades en la compra de las consolas de aceite hidráulico del módulo C de PC LL-1 por una cifra millonaria que no precisa y no funcionan al cien por ciento. Advierte que los G/GAS Rolls Royce de dicho módulo carecían de garantía por parte de la empresa Rolls Royce, debido a que las consolas instaladas no son compatibles con el equipo.
Llama a hacer una investigación sobre un viaje de un mes que Nieto realizara a Italia, así como también sus relaciones con un consorcio Italiano que, supuestamente, la habría regalado un apartamento en la avenida Delicias de Maracaibo, valorado en más de un millardo de bolívares.
Por otra parte, se señala a Lisbeth Nieto de cobros indebidos, “matraca”, en la compra del Panel de Control de la Planta LL.1, el cual había sido cotizado inicialmente en 800 millones de bolívares, pero que ella terminaría comprando por casi 2.000 millones de bolívares.
También se la acusa de negociaciones irregulares con el Instituto PMM Learning, el cual presta servicios con el dictado clases que son calificados como asistencia técnica a PDVSA y los por los cuales ella autorizó pagos por 44 mil euros semanales.
Sobre los protagonistas de la trama
José Luis Parada Sánchez, cuyo código único en PDVSA era PARADAJL, ocupaba la Dirección Ejecutiva de Producción Occidente adscrita a Exploración y Producción, ubicada en la oficina 12-10 del piso 12 de la Torres Este, La Campiña, Caracas.
Marco Romero, código único ROMEROMEQ, empleado externo del área de Exploración y Producción, cuyo supervisor era Jinmy J. Bohorquez Villalobos. Sus labores las desempeñaba en la oficina 1-13, piso 1 del Edificio Miranda, Maracaibo.
Marco Romero fue secuestrado junto a su mujer, Nina Romero, en agosto de 2009, en su residencia ubicada en la zona norte de Maracaibo.
Guillermo Romero, código único ROMEROGE, cumplía funciones en la Planta de Compresión TJ Dtto. Tía Juana, bajo la supervisión de Jaime Urdaneta, en la oficina 426, piso 1 de la Torre Única del Edificio Principal Tía Juana, en Tía Juana, estado Zulia.
Lisbeth Nieto, Código único: NIETOL. Ocupa la Gerencia de Gas Asociado adscrita a Exploración y Producción, bajo la supervisión de José Luis Parada Sánchez. Lugar de desempeño: Centro petrolero, Torre Lama, oficina 5, Pent House.
Una Nota de Interés de PDVSA Occidente, fechada el 16 de mayo de 2014, da cuenta de las designaciones instrumentadas en la Dirección Ejecutiva Occidente, entre las cuales se encontraba Lisbeth Nieto (NIETOL), como gerente encargada de Planificación, Presupuesto y Gestión.
Otra Nota de Interés de PDVSA Occidente, fechada el 29 de septiembre de 2014, da cuenta de una nueva designación de Lisbeth Nieto (NIETOL), como directora adjunta encargada de Nuevos Desarrollos y Proyecto de Ingeniería.
Fuente: MaibortPetit