Cuando a comienzos de la llamada Revolución Bolivariana, se anunció la suscripción de un fementido “Acuerdo Integral de Cooperación” firmado con el gobierno de La Habana, este cronista, advirtió que sus cláusulas configuraban esclavitud contemporánea en perjuicio de los galenos cubanos, enviados a Venezuela (Cfr. “El Universal” 6 de noviembre de 2000, https://enopinion.tripod.com/esclavitud__venezuela.htm)
Carecía de sentido, acotamos en aquel momento, estigmatizar, de ninguna forma, ni a un solo trabajador-esclavo, víctima de tal trata. Lo pertinente era denunciar, como lo hicimos varias veces, la práctica que a la postre, ambos gobiernos felones, adoptaron como política de Estado.
Dos Relatorías Especiales de Naciones Unidas, la primera, sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud y, la segunda, Sobre la Trata de Personas, tardaron 19 años -hasta noviembre de 2019, exactamente- en documentar lo que siempre estuvo a la vista. La consabida molicie de casi todo integrante del servicio exterior es historia que relataremos en otra oportunidad. https://spcommreports.ohchr.org/TMResultsBase/DownLoadPublicCommunicationFile?gId=24868
Más reciente, un juez federal afirmó la jurisdicción de los tribunales de Estados Unidos para dirimir la demanda que por alrededor de US $72 millones, intentó un grupo de trabajadores de la salud, cubanos, contra la Organización Panamericana de la Salud, OPS, por su presunto papel en la esclavización y tráfico humano entre 2013 y 2018. Las inmunidades del Derecho Público Internacional no amparan, a entes o personas, por sus participaciones en delitos atroces.
El mencionado ente multilateral, se prestó como “tapadera” o mamporrero, en “Mais Médicos” un programa tan espurio como el “Acuerdo Integral de Cooperación”, antes referido, por medio del cual se sometieron a la esclavitud más ominosa a alrededor de cinco mil trabajadores cubanos de la salud, enviados a Brasil.
La revocación del aludido acuerdo entre las Ligas Mayores de EE. UU y la Federación de Béisbol de Cuba, más la abominable práctica del gobierno de la Isla de convertir en mano esclava su propia fuerza laboral, me vienen a la memoria, ahora, que del “Campeonato Mundial de Béisbol Sub-23” que se celebra en México, desertaron -o más bien, se autoliberaron- 12 peloteros del seleccionado de Cuba. Pero las autoridades de esta última han descubierto que tales evasiones no fueron a causa de sus prácticas represivas, ni de su colosal fracaso económico, ni que sus ciudadanos no vislumbren futuro, ni a su impúdico esclavismo. Descubrieron, sencillamente, que el culpable de la mencionada estampida de peloteros es mister, Donald J. Trump. Lo de siempre, porque los culpables de todo lo malo, que ocurre en los regímenes narcocomunistas, son el Imperialismo y los imperialistas.