En el caso de la evasión de López, por tomar uno, entre millares de ejemplos. Pretexto, para encarcelar varios colaboradores del autoliberado – el periodista Ronald Carreño, entre otros- insultar al embajador de España, renegar del pasado colonial de esta última. Tal autoliberación además, les ha valido para el saqueo, verdadero ethos roboLucionario. Ya se contabilizan decenas de hurtos de, computadoras, celulares, automóviles, enseres del hogar, alhajas, prendas de vestir nuevas o hasta usadas, artículos de tocador, medicinas, dólares en efectivo, en medio de la práctica de numerosos allanamientos, aparte de las “siembras” de estupefacientes ilícitos y armas de guerra, para prefabricar delitos rocambolescos terrorismo, traición, con varios etcéteras.
¿Sagrado el hogar? Lo fue en otro tiempo. Semanas atrás ya habían requisado la residencia de la señora Isabel Capriles, Caraballeda, Vargas, herencia de su abuelo, para entregársela a un generalote, que ahora la tiene de garçoniere de fin de semana ¿Delito de la dama? Hija de Ledezma, exalcalde opositor. La vieja casona de la familia del poeta, disidente y exiliado, Gustavo Tovar Arroyo, Los Chorros, Caracas, la misma medicina: ocupada por unos facinerosos con el remoquete de colectivos y el modesto guachimán de la residencia ¡Pa´l calabozo, carrizo por dos años! Al militar Rodríguez Torres, caído en desgracia con el narcotirano, además del carcelazo en condiciones infrahumanas, le fue invadido su apartamento por un sapo castrocubano, que, sin aviso y sin protesto, echó a la calle a la mujer del preso, con la ciencia y complacencia del generalote, Madrino.
Por las buenas no le fue suficiente a Leopoldo López, por lo que tuvo que autoliberarse por las menos buenas. Igual tendremos que hacer los venezolanos, pero por las peores.
Fuente: Diario las Américas