Cantaba la coplilla castellana: Vinieron los sarracenos/ y nos molieron a palos/ porque Dios protege a los malos/ cuando son más que los buenos. Esa es nuestra primera reflexión, a raíz de la votación mencionada en último término. El humano, es un ser mal construido, por fuera y por dentro. Naciones Unidas, es imagen y semejanza de sus Estados miembros y éstos, a su vez, expresión de la astilla de la que estamos hechos cada uno de nosotros. Basta que no exista la sacrosanta separación de Poderes, para que afloren nuestros peores demonios como déspotas.
El verbo, aconsejar, deriva del sustantivo, consejo. Por consiguiente, los narcogobernantes de, Cuba y Venezuela, han sido ungidos, para que den consejos para llegar a viejos, violando derechos fundamentales:
-¿Cómo se le sumerge, honorable señor consejero, la cabeza a un preso, en una palangana de agua -el “submarino” en el argot de los “consejeros”-, para que confiese, sin que se nos pase la mano y muera por inmersión?
¿El mejor método para arrancarle las uñas a un disidente respondón?
¿Cobrarle al hijo la disidencia del padre, muerto o preso, o a la viuda, los supuestos pecados del marido?
Desde sus inicios NN. UU. designó para la tuición correspondiente, a la Comisión de DD HH. Esta última tras 60 años de fracasos, fue reemplazada, en 2006, por un nuevo ente con denominación apenas, distinta: Consejo, en lugar de Comisión de DD HH. No era cuestión de nombres. La caída libre continuó. En 2018, EE. UU., en protesta por su inoperancia, se retiró del organismo y el presente, 2020, UN Watch, ONG especializada en seguimiento de los entes de NN. UU. reveló que, el 51% de los miembros del Consejo no cumple con los estándares mínimos de una democracia libre. Nombramientos de consejeros, como los mencionados, corroboran que, prevalecen los malos, cuando son más que los buenos.
Pero no todo está perdido. La Justicia es tan necesaria, que rige, aun, entre maleantes. Ese mismo, Consejo de DD HH, con el peso muerto del 88% que sufragó por Cuba, fue el mismo que nombró, la Misión Independiente que, semanas atrás, rindió un informe demoledor sobre los crímenes de lesa humanidad perpetrados por Maduro y sus compinches.
Cuentan que, durante su mandato, el general Juan Vicente Gómez, salió de su base, de Maracay, a una gira por el estado Aragua. En la ruta hacia La Victoria quiso visitar, por sorpresa, a un compadre a quien había nombrado jefe civil de Turmero.
– Caramba, compadre -le observó el “Benemérito frustrado- veo que no tiene ni un presito en los calabozos de la jefatura civil.
Después de los cumplidos de rigor, el dictador se despidió de su amigote a quien prometió volverlo a visitar a su regreso, vía Maracay.
Temeroso de caer en desgracia con el Presidente, el jefe civil le pidió a un amigo hacerse pasar por preso, en los calabozos de la Jefatura.
– ¡Ajá! -le dijo al regresar, el general Gómez, al supuesto encarcelado- Así será usted de bandido, que hasta un hombre tan bueno como mi compadre, que no mete preso a nadie, se vio en la necesidad de encarcelarlo. Lo mejor que puedo hacer, es enviarlo directo pa´ “La Rotunda”- que entonces, era el reclusorio más temido de Venezuela.
Así serán los narcotiranos que desmandan Venezuela que hasta el desacreditado, Consejo de DD. HH de ONU, los ha calificado de criminales de lesa humanidad.
Fuente: Diario las Américas