Buena parte del liderazgo político y social del país no ha asumido la responsabilidad que le corresponde frente a la dramática situación del país. El cabeceo entre algunos se intensifica, pero el primer objetivo compartido por todos se diluye, despertando recelos quizás injustificados, pero que no escapan a la atención del ciudadano común. Me refiero al cese de la usurpación que significa la salida de Maduro y el fin definitivo de este régimen. Todo esto en un momento crucial cuando, además, el régimen está entrampado en múltiples confrontaciones internas, deserciones y maniobras de unos cuantos importantizados para ponerse a buen resguardo cuando esto se desplome.
El Consejo Superior de la Democracia Cristiana ha recogido un planteamiento hecho desde diversas trincheras que poco a poco ha tomado cuerpo. Se parte del indiscutible principio según el cual la Soberanía reside en el pueblo, único soberano, quien debería ser el dueño y señor de su propio destino. ANCO, bajo la conducción de Enrique Colmenares Finol y otros apreciados compatriotas, han sugerido la convocatoria a una gran consulta nacional para que el pueblo se pronuncie directamente sobre el presente y su destino inmediato. Algo parecido se hizo en aquella jornada del 16 de Julio con resultados extraordinarios, pero sin haber concretado la mejor forma de ejecutar los resultados de esa consulta.
En esta oportunidad está despejado el camino para que el propio Presidente Encargado, Guaidó, y la Asamblea Nacional legítima que también preside, asuman la responsabilidad de la convocatoria y el compromiso de lograr el apoyo de toda la comunidad internacional para respetar y hacer cumplir lo que el pueblo directamente exprese en la consulta. Por supuesto, también se impone trabajar para que los sectores democráticos de las fuerzas armadas, todavía existen, asuman la responsabilidad con la ayuda y cooperación directa e indirecta del exterior.
El proceso debe iniciarse de inmediato con la designación de las autoridades electorales que deberán dirigir el proceso. Invito a la lectura del documento del Consejo Superior DC, las declaraciones formales de los voceros de ANCO, y de variados planteamientos en la misma dirección formulados por calificados voceros de algunas regiones como Táchira y Zulia, entre otras.
El tiempo pasa. Debemos tomar la iniciativa e impulsar el camino señalado garantizando la ejecución de los resultados. Es la hora. Esta es una ruta posible si la asumimos con la convicción y el coraje necesarios. Por supuesto que hay riesgos y peligros. Pero no podemos exigirle al pueblo que continúe con sus sacrificios personales y familiares día a día, que libra batallas concretas en su lucha por la subsistencia en medio de la inseguridad general y la carencia de las cosas básicas para vivir. Es la hora del liderazgo, de pasar de la retórica a la acción.
Lunes, 24 de agosto de 2020