Opositores cubanos urgieron este martes a la Unión Europea (UE) a activar la cláusula que conlleva la suspensión del acuerdo vigente desde 2017 con Cuba por violaciones de los derechos humanos y llamó a reconocer a la sociedad civil “independiente”.
El pueblo cubano, “durante los tres años de aplicación provisional de este acuerdo”, quedó “totalmente excluido de la mesa”, así como sus demandas “a favor de los derechos humanos”, dijo a la prensa la opositora Rosa María Payá, promotora de Cuba Decide.
En un acto organizado en la Eurocámara por eurodiputados liberales, la hija del fallecido activista Oswaldo Payá, a quien el parlamento otorgó en 2002 el premio Sájarov a la libertad de conciencia, urgió a los parlamentarios a presionar en la UE.
Los opositores pidieron así a la diplomacia europea que active la cláusula de derechos humanos del acuerdo y que “pongan un tiempo límite a la dictadura cubana” para la liberación de “presos políticos” y el “respeto de los derechos humanos”.
Para el eurodiputado liberal José Ramón Bauzá, organizador del acto, la “mejor manifestación de la falta de libertad” en Cuba es que el gobierno de Miguel Díaz Canel impidió el fin de semana salir del país a cinco opositores invitados.
“Lamentamos que las autoridades cubanas recurran cada vez más a este tipo de prohibiciones de viaje”, aseguró en rueda de prensa la vocera de la diplomacia europea, Virginie Battu, asegurando que expresaron su preocupación a La Habana en el pasado.
El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) vigente entre Cuba y la UE desde noviembre de 2017 confirmó el acercamiento entre ambos tras años de la llamada Posición Común.
Según el artículo 85, las violaciones en temas de respeto de derechos humanos constituirán una “infracción grave”, aunque “la suspensión [del acuerdo] es una medida de último recurso”.
La política de la diplomacia europea en los últimos años ha sido abordar la cuestión de los derechos humanos en un diálogo anual y separado con las autoridades cubanas, un formato criticado por los opositores.
El responsable de la oenegé sueca Civil Rights Defenders, Anders Pettersson, criticó así que la posición de la UE no ha cambiado nada, ya que “la represión está aumentando”, y lamentó que la sociedad civil quede excluida de cualquier diálogo.
El objetivo de esta organización, activa en el caso cubano, es que la UE reconozca las violaciones de derechos humanos en Cuba y mantenga contactos con la sociedad civil “independiente” en el marco del acuerdo con Cuba, lo que la protegería indirectamente.
“Debemos exigir y esperamos un cambio con la nueva Comisión Europea”, agregó Pettersson. Desde diciembre, el ex canciller español Josep Borrell encabeza la diplomacia del bloque, en sustitución de la italiana Federica Mogherini.
Fuente: El Nuevo Herald