MIAMI — El gobernante sandinista Daniel Ortega ha cerrado ocho emisoras a la iglesia católica en la presente semana, con lo que suman ya once los medios de comunicación religiosos cancelados como parte de la ola represiva en la que participan la policía que dirige el consuegro de Ortega, Francisco Díaz, y la empresa estatal de comunicaciones al mando de Nahima Janett Díaz, hija del jefe policial.
El régimen de Ortega cerró el lunes cinco emisoras de la diócesis de Matagalpa: Radio Hermanos, Radio Nuestra Señora de Lourdes, Radio Nuestra Señora de Fátima, Radio Alliens y Radio Monte Carmelo, argumentando que las licencias de operaciones no estaban vigentes. Al menos ocho medios de la iglesia católica han sido clausurados por la dictadura sandinista.
El martes se sumaron otras tres emisoras: Radio Católica, en Sébaco; Radio San José, en Matiguás; y Radio Santa Lucía, en Ciudad Darío. En junio fueron eliminados de la parrilla de programación de la empresa Telecable los caneles de televisión de la iglesia católica TV Merced, en el departamento de Matagalpa, y San José, en el departamento de Estelí. Mientras que, en mayo, fue clausurado de la parrilla de programación el Canal 51, también propiedad de la iglesia católica por órdenes del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), la empresa estatal que dirige la hija del jefe de la Policía Nacional.
Represión contra sacerdotes
“Estoy rodeado de antimotines, encapuchados, paramilitares y policía desde la 5:00 pm, no puedo acceder a la cocina de la casa cural porque se la han tomado”, así alertaba a través de las redes sociales el párroco de la Iglesia Jesús de la Divina Misericordia, padre Uriel Vallejos, el allanamiento a la capilla Niño Jesús de Praga, en Sébaco, Matagalpa, por agentes de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (DOEP), para despojar de los equipos de transmisión de radio de la iglesia de Sébaco.
El miércoles el padre Vallejos continuaba sin poder salir de la casa cural que permanece rodeada de fuerzas antimotines tras la clausura y expropiación de los equipos de transmisión de la emisora y el canal católico en Sébaco.
Otros dos sacerdotes enfrentan cárcel, se trata de monseñor José Leonardo Urbina, vicario episcopal de Boaco y el sacerdote Manuel Salvador García, a quienes acusa de presunto abuso sexual a una menor, y de abuso físico a una mujer, este último permanece encarcelado pese a que le presunta víctima Martha Candelaria Rivas no interpuso denuncia y negó que el sacerdote la haya golpeado intencionalmente, una declaración que fue ratificada por la hija de la mujer, una menor de 15 años, que acompañaba a su madre a la parroquia el día de los hechos.
La población de Sébaco acudió la noche del lunes a la capilla en apoyo al padre Vellejos, pero la respuesta de las tropas antimotines fue represión disparos al aire, bombas lacrimógenas, golpes empujones contra los fieles católicos, al menos dos personas resultaron heridas, uno está detenido y el servicio eléctrico le fue suspendido denunció el padre Barreto, párroco de la iglesia Divina Misericordia de Sébaco.
Las campanas de la iglesia de la ciudad de Sébaco sonaban mientras el régimen reprimía. El sacerdote pedía a los cristianos unirse en oración.
De acuerdo a información de medios nicaragüenses y redes sociales una veintena de personas se encuentran detenidas.
“No nos callarán”
El obispo de la diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, negó los argumentos que dio el régimen para justificar el cierre de medios de comunicación católicos.
«Hoy Telcor (Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos, ente regulador) prácticamente nos ha cancelado todas las radios de nuestra diócesis” de Matagalpa, en el norte de Nicaragua, dijo el obispo, que aseguró que fue desde el 2016, en una reunión con el entonces presidente de Telcor, Orlando Castillo, ya fallecido, presentó personalmente la documentación requerida, la cual contenía los títulos vigentes de todas estas emisoras “y nunca recibimos respuesta como es ya la costumbre del gobierno en algunos y muchos otros casos”, dijo el obispo.
La no respuesta responde a una estrategia empleada por la dictadura para el cierre de organismos no gubernamentales, más de mil oenegés han sido canceladas por Ortega, incluyendo asociaciones benéficas y religiosas, el argumento es que no cumplían con los requisitos de ley.
“Nos han cerrado todas nuestras radios. Pero la Palabra de Dios, no la callarán”, dijo el prelado a través de sus redes sociales.
En un comunicado la diócesis de Matagalpa anunció que seguirá informando y denunciado las violaciones a la libertad de expresión y religiosa en Nicaragua.
Christiam Martínez, nicaragüense en el exilio, sostiene que el propósito de Ortega es doblegar a toda la iglesia católica.
“Ellos quieren todo el control mediático del país y quieren la sumisión total de la iglesia católica, quieren reactivar la iglesia sandinista de los 80 (primera etapa del régimen sandinista. La diferencia es que en esa época desterraban a los líderes y les hacían montajes con la Seguridad del Estado para descreditar a los líderes de la iglesia, los perseguían y eran blanco de los aparatos de inteligencia de esa dictadura”, acotó Martínez.
“Hoy, en esta segunda fase, igual contempla exilio, falsas acusaciones, pero han ido más allá encarcelando sacerdotes, cancelación y expropiación de medios. La iglesia nuevamente está viviendo otra noche oscura a manos del sandinismo”, aseveró Martínez.
Luciano Montti, a quien llamaremos así por razones de seguridad, sostiene que después de las elecciones de noviembre, Nicaragua se enfrenta a la radicalización de la dictadura, los ataques a la iglesia católica es una evidencia con el encarcelamiento de dos sacerdotes, el cierre de los medios de comunicación católicos y la persecución contra obispos como el caso de monseñor Álvarez.
Hasta ahora el cardenal Leopoldo José Brenes no se ha pronunciado sobre los últimos acontecimientos. Según el diario La Prensa, Brenes permanece bajo asedio, dos patrullas de policía le siguen a cualquier lugar donde se movilice.
El periodista nicaragüense Emiliano Chamorro, dijo que el Cardenal Brenes pidió a Ortega detener violencia contra la iglesia en Nicaragua. “Nosotros no somos enemigos del gobierno: predicamos el evangelio, el amor, La Paz y la reconciliación”, habría dicho el cardenal Brenes a Portavoz Ciudadano, el medio digital que dirige Chamorro.
Fuente: Diario Las Américas