Se va cerrando el círculo sobre el kirchnerismo. Sus principales dirigentes y representantes van siendo condenados por la Justicia, a pesar de la cantinela sobre los “presos políticos” y “perseguidos por el lawfare”. Ahora le tocó el turno a la mal llamada “dirigente social”, ya que en realidad es una delincuente (y condenada), Milagro Sala. La Corte Suprema de Justicia dejó firme un fallo de los tribunales de Jujuy, en el que había recibido 13 años de prisión por la causa conocida como “Pibes villeros”.
“Me persiguen por mujer, negra y coya”, dijo una vez la desvergonzada Sala, que hasta este momento tenía hasta el respaldo explícito del presidente Alberto Fernández (además de contar con el de CFK, lógicamente). Para el mandatario, el fallo de la Justicia jujeña era arbitrario y político, por lo que esperaba que el máximo tribunal haga lugar al recurso extraordinario planteado por la defensa. Sin embargo, en el dictamen de la Corte Suprema de esta tarde se manifestó que la justicia federal no puede expedirse sobre cuestiones juzgadas por tribunales provinciales (relacionada con recursos de los distritos en cuestión), salvo que exista alguna arbitrariedad concreta como para declarar nulo el proceso. Los cuatro jueces de la Corte señalaron que los abogados defensores de Sala no pudieron brindar ninguna evidencia en este sentido, por lo que queda firme la condena.
«Es un criterio sostenido por esta Corte que la autonomía que la Constitución Nacional reconoce a las provincias requiere que se reserven a sus jueces las causas que en lo sustancial del litigio versen sobre aspectos propios de esa jurisdicción, en virtud del respeto debido a sus facultades de darse sus propias instituciones y regirse por ellas. En consonancia con esa premisa fundamental es que se ha resuelto, reiteradamente, que los pronunciamientos por los cuales los más altos tribunales provinciales deciden acerca de los recursos locales que son llevados a su conocimiento no son susceptibles de revisión por la vía del recurso extraordinario, salvo que se demuestre una lesión a un derecho de raigambre federal o que la sentencia, por sus graves defectos de fundamentación o razonamiento, no constituya una derivación razonada del derecho vigente, aplicado a las circunstancias de la causa. En ese marco, el recurso extraordinario federal intentado es inadmisible y, por ello, ha sido bien denegado por el a quo”, señala la resolución de la Corte.
Para la justicia de Jujuy, ahora avalada por el máximo tribunal, entre los años 2013 y 2015 (los últimos dos del primer capítulo kirchnerista antes de la llegada de Mauricio Macri), Sala incurrió en el delito de extorsión y defraudación de fondos públicos. Los dineros del Estado tenían vinculación a un acuerdo con el Instituto de Vivienda y Urbanismo de la provincia de Jujuy con las cooperativas de trabajo relacionadas con la condenada. Por esos días, la provincia estaba en manos del kirchnerismo, por lo que Sala manejaba una especie de Estado paralelo. Muchos dirigentes opositores aseguraban que ella contaba con más poder político que el mismo gobernador.
Para el tribunal, Milagro Sala “impuso una suerte de temor y obediencia a raja tabla” en las organizaciones, con castigos para los que “se resistían o confrontaban con alguno de los miembros de la asociación ilícita”. El tribunal también aseguró que son claras las pruebas sobre las “lesiones”, “extorsiones” y “amenazas de las víctimas”. La organización también utilizaba los recursos como premios y castigos, negando y otorgando las obras o bolsones de comida para las personas con más necesidades económicas.
Ni bien se publicó la resolución, el gobernador opositor Gerardo Morales emitió un comunicado. Para el dirigente radical de Juntos por el Cambio » este fallo ratifica la paz social lograda y la convivencia democrática en Jujuy”. En su opinión, Sala había convertido a los más vulnerables en «rehenes y esclavos» de la mano de su organización.
Hasta el momento, para todo el kirchnerismo Sala era una «presa política» y así lo manifestaban permanentemente. Habrá que ver que dicen ahora, con la Corte Suprema de Justicia expedida al respecto. ¿Desconocerán también el dictamen del máximo tribunal? Sin dudas que todo esto podría ser un adelanto de lo que ocurrirá con Cristina Kirchner, que podría sufrir la misma suerte el año próximo.