Que se trata de un proyecto con finalidad electoralista por parte del ministro de Economía y candidato a presidente por el oficialismo, Sergio Massa, no hay dudas. Después del tercer puesto en las primarias de agosto, en el marco del peor desempeño del peronismo en su historia en una elección presidencial, el oficialismo se lanzó desesperado hacia una serie de medidas que le permita acceder, al menos, a un eventual balotaje contra Javier Milei. Entre varias iniciativas absolutamente insignificantes para el sufrido bolsillo de los argentinos, Massa lanzó una propuesta bastante más trascendente: la modificación en la escala del impuesto a las ganancias, que se traduciría en una mejora salarial para una buena parte de los trabajadores de ingresos medios.
Ante un Estado absolutamente quebrado, con déficit fiscal, endeudado y excesiva emisión monetaria, cualquier iniciativa (siempre necesaria) que apunte a bajar impuestos debería ir de la mano con su correlato en materia de reducción del gasto público. Es más, para que empiecen a cerrar las cuentas fiscales, se debería reducir el gasto dos pesos, por cada uno que se reduzca en materia impositiva. Claro que esta propuesta está en el marco de un peronismo desesperado, que necesita fuertes golpes de efecto para tratar de recuperar algunos votos. ¿Después? Después vemos, claro. Sería iluso pedirle responsabilidad al kirchnerismo. En esta circunstancia y siempre.
El traspié de Juntos por el Cambio en la jornada legislativa de ayer es indiscutible. Para empezar, cuando Massa anunció que en un eventual gobierno suyo se terminaría con el impuesto a las ganancias, la dirigencia cambiemita lo invitó públicamente a no dejar para mañana lo que pueda hacer hoy. Por aquellos días no tan lejanos, varios legisladores de JxC escribieron en sus redes sociales que el candidato a presidente deje de proponer cosas para el futuro que pueda accionar hoy como ministro de Economía. “Podés hacerlo hoy. Mandá la ley que la votamos”, había dicho el diputado Cristian Ritondo, el 6 de septiembre.
A pesar de todas estas manifestaciones recientes, los diputados de Juntos por el Cambio decidieron votar en contra. Unificaron el discurso bajo la idea que se trata de un proyecto “hiperinflacionario” y asociaron a la bancada de La libertad avanza de Milei con Massa y el oficialismo. De la misma manera que es imposible negar el carácter electoralista de la medida, también lo fue la posición de JxC, no menos exasperada que la del kirchnerismo. En este caso, la desesperación es tratar de diferenciarse de Javier Milei, al que acusan de “socio” del actual ministro de Economía con muy pocos fundamentos.
Una estrategia lógica, teniendo en cuenta que estamos a un mes de las elecciones presidenciales, y que el próximo mandatario asumirá el 10 de diciembre, hubiera sido denunciar el comportamiento efectista de Massa, pero votando a favor. Aprovechando la campaña, los diputados de Juntos por el Cambio podrían haber hecho una presentación pública, anunciando los recortes del gasto que harían en el caso de ganar las elecciones, para compensar la pérdida ingresos del fisco que tendrá lugar con la modificación del impuesto a las ganancias.
No lo hicieron. Decidieron votar en contra, aún sabiendo que estaban los votos para la afirmativa, con esta inédita coalición transversal del peronismo, los partidos provinciales, la bancada libertaria y los diputados de la izquierda. Una vez más, se agotaron en la crítica a la posición de Milei, pero pueden haberle dejado en bandeja a un sector electorado que hasta este momento era afín a JxC: los trabajadores de ingresos medios y medios-altos. Cabe recordar que en las primarias de agosto, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (sobre todo en los barrios más pudientes) ganó Patricia Bullrich.
Aunque JxC pueda tildar de irresponsable fiscal a Massa, la acusación no tiene la misma seriedad cuando se la pretende aplicar a Milei. Justamente el candidato que propone llegar al Poder Ejecutivo con el plan “motosierra” para recortar drásticamente el gasto público. Pero así está hoy la coalición, que hasta hace poco ostentaba el monopolio de la oposición al kirchnerismo. Desorientada. El problema es que, muchos de sus partidarios históricos (incluso varios que le dieron el voto en agosto) también están desorientados.
Luego de la votación afirmativa, que seguramente se repita en el senado, la candidata a diputada por La Libertad Avanza Diana Mondino señaló que siempre es buena idea bajar los impuestos. También aseguró que el presupuesto del año próximo, en el marco de un eventual gobierno de Milei, estará equilibrado por la reducción del gasto público.