Tras el acuerdo entre Argentina y sus acreedores para la reestructuración de una deuda externa de USD 65.000 millones, a un día para que finalice el plazo planteado por el Gobierno para concluir las negociaciones, economistas consultados por Infobae coincidieron al afirmar que el canje significa un alivio, pero no una solución definitiva para la economía argentina.
Para Federico Furiase, director de la consultora EcoGo, “la brecha entre el dólar oficial y los paralelos puede bajar algo más y los precios de los bonos podrían acercarse a la zona de 55 -los cortos- y 50 los largos, si además hay expectativas de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
No obstante, consideró que para la reactivación de la macroeconomía, además de una negociación exitosa de la deuda se requiere un programa creíble de consolidación fiscal para corregir el desequilibrio monetario y el riesgo de aceleración de la inflación y un nuevo acuerdo con el FMI que permita postergar los fuertes vencimiento de 2022 y 2023.
“Un acuerdo exitoso de la deuda le da aire al dólar y las reservas, eso a su vez se lo da al Banco Central y baja el riesgo de una aceleración de la inflación. Por otro lado ayuda a seguir reconstruyendo la curva de deuda en pesos, clave para poder empezar a financiar parte del déficit fiscal sin seguir tirando de la emisión monetaria. Además, mejora el crédito para las empresas de primera línea y el panorama para las provincias”, destacó el economista.
En ese sentido, consideró que bajo un acuerdo exitoso de la deuda y fondos buitres litigando, proyecta “un riesgo país convergiendo en una primera escala hacía la zona de 1.000 puntos básicos”.
Un acuerdo exitoso de la deuda le da aire al dólar y las reservas y eso a su vez le dan aire al Banco Central y baja el riesgo de una aceleración de la inflación (Federico Furiase)
Gustavo Ber, economista del estudio homónimo, dijo a Infobae que “el panorama para los activos financieros es positivo, más allá de ha se ha venido descontando una favorable resolución en el mercado”.
“En dicho sentido, es de esperar una fuerte contracción del riesgo país, hasta niveles inicialmente del orden de los 1.000 puntos básicos. Además, una favorable resolución de la deuda podría calmar las presiones cambiarias a corto plazo, y así contener las brechas entre dólares, más allá del desafío que representa en el tiempo la fuerte emisión monetaria”, analizó.
En tanto, alertó que una exitosa reestructuración de la deuda es un importante evento y condición necesaria, “aunque no suficiente ya que se deben atender con urgencia los desafíos económicos que enfrenta el país”.
Es de esperar una fuerte contracción del riesgo país, hasta niveles inicialmente del orden de los 1.000 puntos básicos. Una favorable resolución de la deuda podría calmar las presiones cambiarias a corto plazo y así contener las brechas entre dólares (Gustavo Ber)
En esa misma línea opinó el analista y operador financiero Christian Buteler, quien destacó que el mercado va a reaccionar bien. “No es que espere un salto enorme. El mercado hace rato que apuesta por la solución de la deuda. Pero va a tener una reacción positiva”, consideró.
“En la macroeconomía estamos más complicados. Argentina caería entre 12 y 15% este año y el déficit fiscal va a estar entre 7 y 10 por ciento. Además, podés arreglar la deuda pero no tenés acceso al mercado por 18 a 24 meses”, advirtió.
Según Nery Persichini, Head of Strategy de GMA Capital, en líneas generales, “hay espacio para una revalorización de corto plazo para los activos financieros”.
“Según la propuesta de julio del Gobierno, con una tasa de descuento del 10%, los bonos pueden subir 18% en dólares. Si hay una mejora económica, el espacio de mejora es mayor”, afirmó.
Cómo revertir la depresión económica, la expansión del gasto público, la profundización del déficit, la monetización de ocho puntos del PIB para asistir al Tesoro, el restrictivo esquema cambiario y la inflación reprimida en tipo de cambio y tarifas, son los principales signos de interrogación (Nery Persichini)
Por el lado de la renta variable, sostuvo que podría darse un “rally” producto de la caída del riesgo país. En ese orden, indicó que volver a la zona de los 1.000 puntos básicos habilitaría una revalorización del Merval de 30% en dólares.
Por el lado de la macroeconomía aseguró que el canje significa un alivio, pero no una solución definitiva.
“Es una condición necesaria pero no suficiente para la recuperación. El acelerado deterioro de la macroeconomía de 2020 condicionaría la sostenibilidad futura de la nueva deuda. Cómo revertir la depresión económica, la expansión del gasto público, la profundización del déficit, la monetización de ocho puntos del PIB para asistir al Tesoro, el restrictivo esquema cambiario y la inflación reprimida en tipo de cambio y tarifas, son los principales signos de interrogación”, aseveró.
Agustín Etchebarne, economista y director de la Fundación Libertad y Progreso dijo a Infobae que un acuerdo es positivo pero significa que inmediatamente la Argentina tenga acceso al mercado de capitales.
“En los próximos meses vamos a ver una recuperación. Pero lamentablemente creo que la misma no va a llegar a los valores que teníamos en 2017 y ni siquiera en 2018. Luego vamos a tener problemas en la macro porque continúa el déficit fiscal y se va acumulando toda una masa monetaria que en algún momento va a tener problema”, planteó.
“Argentina no salió de este problema para nada. Aun con un rebote, la economía argentina va a seguir teniendo un panorama muy complicado”, aseguró.
Por último, Francisco Gismondi, director de Macroeconomía de Empiria Consultores sostuvo que el canje es positivo. “La diferencia entre las posiciones era mínima y el default no le servía ni a Argentina, ni a los bonistas. Lograr un canje con alta adhesión es condición necesaria, pero no suficiente. Es necesario avanzar en un plan fiscal, monetario y financiero que baja la incertidumbre”, consideró en línea con sus colegas.
“En el corto plazo, los avances en el canje pueden bajar la volatilidad financiera y cambiaria. Además, se aseguraría que el canje local que se está discutiendo en el Congreso sea exitoso, con aceptación casi total”, aseguró el economista al tiempo que añadió: “Lentamente se podría aspirar a cierto financiamiento en pesos que le quite algo (poco) de presión a la emisión monetaria”.
“Otra derivación importante es que posibilitaría que las provincias y las empresas argentinas puedan avanzar con sus respectivos canjes de deuda”, concluyó.