Las autoridades electorales y observadores internacionales han considerado que los comicios fueron limpios. Arce, exministro de Economía, ganó con más del 54% de los votos frente a 14% del derechista santa cruceño Luis Fernando Camacho.
Pero en otras localidades rurales de la región el paro no fue acatado para no afectar la producción agropecuaria.
«Rechazamos rotundamente este paro cívico, estos bloqueos, debido a que el municipio es altamente productivo», dijo el alcalde del poblado rural de San Pedro, José Rojas.
El paro se extenderá el viernes a la ciudad de Santa Cruz, la más poblada del país, que desde la semana pasada es escenario de protestas esporádicas contra Arce, convocadas por su Comité Cívico, un conglomerado de grupos civiles y empresariales de derecha.
La gobernación de Santa Cruz «acatará las medidas del paro cívico», dijo su secretario general, Roly Aguilera.
Ese Comité pide una auditoría a las elecciones, ganadas en primera vuelta por Arce, el delfín del expresidente Evo Morales, 11 meses después de la renuncia del líder indígena que acabó refugiado en Argentina.
También rechaza la polémica decisión del Congreso saliente, controlado por el Movimiento al Socialismo, partido de Morales, de bajar el quorum para aprobar ciertos proyectos, ratificar ascensos de generales y designar embajadores.
Las organizaciones cruceñas amenazaron con extender las protestas hacia La Paz, pero la Central Obrera Boliviana (COB), aliada de Morales y Arce, anunció que resguardará la tranquilidad el domingo, día del cambio de gobierno.
«Nos declaramos en estado de emergencia para resguardar la paz, el Palacio (de Gobierno), la Plaza Murillo (de Armas), para que no haya enfrentamiento entre hermanos los días de transición de mando», aseveró el líder de la COB, Juan Carlos Huarachi.
Fuente: Diario las Américas