Gustavo Petro ha decidido no participar en los debates presidenciales y se ha concentrado en eventos masivos en plaza pública que parecen estar dando mejores resultados, al decir de las últimas encuestas y de otros pronósticos que siguen el desarrollo de la campaña presidencial en Colombia. Esta semana en predictIT, por ejemplo, una plataforma de apuestas que ha logrado acertar en las últimas elecciones a nivel mundial, la diferencia entre Petro y Federico Gutiérrez aumentó y todo parece indicar que para derrotar al candidato del Pacto Histórico se requiere un cambio en la estrategia y la consolidación de una propuesta diferente.
Hasta el momento, la campaña de Federico Gutiérrez se ha concentrado en denunciar el peligro que representa el vago programa de Gustavo Petro, pero no ha logrado consolidar un equipo articulado de campaña que motive y movilice a todos los partidos que participaron en la consulta del Equipo por Colombia del 13 de marzo, en la que resultó elegido candidato único. El empalme de todos los equipos de campaña hacia una única candidatura ha sido difícil, tal y como lo confirmaron algunos dirigentes conservadores de la costa caribe, que acompañan al senador David Barguil, candidato presidencial del Partido Conservador en dicha consulta.
Gutiérrez necesita con urgencia nuevos y mejores voceros de su campaña, pues su jefe de debate, el exministro de vivienda Luis Felipe Henao, no tiene las mejores relaciones con las facciones de la derecha colombiana, que lo ven como una cuota del santismo, aunque reconocen que con él puede trazarse un camino mucho más claro para la llegada del exvicepresidente Germán Vargas Lleras y su partido, Cambio Radical.
Evidencia de esto fue la estrategia que en minutos logró montar la campaña de Petro a raíz de un aparente error que cometió Gutiérrez en un conversatorio organizado por el portal Lasillavacia.com, en el que sugirió que se estaban dejando de ejecutar varios billones de pesos de regalías. Cuando el periodista Daniel Pacheco le recordó que esos recursos son para departamentos y municipios y no para el gobierno nacional, Gutiérrez respondió “plata es plata”. El hashtag “#plataesplata” fue tendencia nacional en redes y solo dos días después se logró una respuesta del candidato en Caracol Televisión.
Consultados al respecto dirigentes cercanos a la campaña, insistieron en que se trata de una campaña de desprestigio y que no le dan trascendencia. Alegan que “las redes no ponen presidente” y que la mayoría de los colombianos no tiene Twitter, por lo cual su impacto en la campaña será mínimo. Sin embargo, a renglón seguido reconocen que la movilización electoral requiere estructura política y que allí hoy la campaña del Equipo por Colombia está enfrentando grandes dificultades.
El pasado domingo 24 de abril se llevó a cabo el debate presidencial “Hablemos claro del pacífico” y fue evidente la claridad de las propuestas de Enrique Gómez Martínez, candidato presidencial de Salvación Nacional. El decir de muchos es que, sin duda, es el mejor candidato que tiene la derecha, pero hay temor de apoyarlo y quitarle esos votos a Gutiérrez, lo que podría ampliar aún más la ventaja que tiene Petro. La estrategia clarísima que expresan incluso dirigentes gremiales es la del voto útil: solo Gutiérrez refleja suficiente intención de voto para pasar a segunda vuelta y la clave es recortar la distancia con el candidato del Pacto Histórico.
Ahora bien, si hay algo que la política colombiana suele no perdonar es aquello que se denuncia coloquialmente como “dar papaya”, es decir, cometer errores simples que terminan por desatar una reacción que, bien articulada, puede hacer mucho daño. A eso está dedicado el Pacto Histórico: a evitar que Petro participe en debates y a divulgar cualquier error que cometa Gutiérrez o el Gobierno, pues han logrado vincularlos y hacer ver que Petro los enfrenta a ambos. El Equipo por Colombia sigue sin marcar distancia con el Gobierno de Duque y eso está pasando cuenta de cobro. El electorado es hoy propenso al populismo, pues el costo de vida, la inseguridad, y los desatinos en la comunicación del Gobierno Nacional parecen haber hecho mella suficiente.
Fuentes consultadas insisten en que los problemas más graves para la opinión pública, según las encuestas, pueden ser fácilmente articulados en un discurso mucho más claro y preciso por parte de Gutiérrez. Varias insisten en que las tesis de Gómez Martínez, con la estructura de los partidos y movimientos que hoy apoyan al candidato del Equipo por Colombia sería la fórmula para poder ganar las elecciones y derrotar de una vez por todas a Petro. Eso hoy no se da, según sugieren, por la defensa que hacen del actual Gobierno en el círculo más cercano a Gutiérrez.
Esto último confirma lo que se ha informado en este espacio: la elección presidencial se está asumiendo como un juicio al presidente. Si no se rompe ese marco, habrán entregado el poder a la izquierda más radical.
Fuente: La Gaceta de la Iberosfera