Gobernar a Colombia no parece la única prioridad del presidente Gustavo Petro, sino también servir de puente ideológico entre el régimen de Nicolás Maduro y la administración del chileno Gabriel Boric. Con las maniobras de tinte diplomático que evidencia el exguerrillero del M-19, se perfila un armado a corto plazo del eje impulsor del socialismo que involucra a Bogotá, Caracas y Santiago.
Para lograr ese cometido, Petro le gana tiempo al tiempo. Con solo dos días de diferencia aterrizó en Miraflores para concretar la apertura total de la frontera con el fin de facilitar para el transporte internacional de mercancías y vehículos particulares. De ahí cruzó la cordillera para cerrar “acuerdos de cooperación” en La Moneda.
¿Trasmitió Petro algún mensaje de Maduro a Boric o es el intermediario de Luiz Inácio Lula da Silva para buscar apoyos a favor del restablecimiento de la Unasur? Esto podría ser un escenario posible que podría tener lugar el próximo 24 de enero, durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Sin embargo es complejo despejar la duda, con las citas que se dan entre mandatarios a puertas cerradas. A pesar de ello, sus declaraciones ofrecen pistas.
El mismo discurso
Petro y Boric coincidieron en condenar “los silencios cómplices” sobre los disturbios en Brasil y responsabilizaron directamente a seguidores del expresidente Jair Bolsonaro de propiciar las manifestaciones. “Desde acá, con el presidente Petro a mi lado, quiero reiterar nuestro tajante rechazo a cualquier intento de desestabilización del legítimo y democráticamente electo presidente Luis Inácio Lula da Silva”, dijo el jefe de Estado chileno.
El acercamiento de Petro a Boric es más fácil, considerando que el actual presidente colombiano le mostró simpatía desde la campaña, así como también asistió a su investidura en marzo, de como que los medios de comunicación y quienes siguieron este acto, se percataran de la empatía ideológica que existía entre ambos referentes de la izquierda.
Boric entendió el gesto y lo correspondió en agosto con su presencia en la toma de posesión donde ambos, desde Bogotá, expresaron la necesidad de “revitalizar la comunidad andina”. Además, propuso servir de garante ante el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Un invitado entre decadencias
Boric intenta repuntar su precaria aprobación que ya pisó el 70 %, según la encuesta Plaza Pública de Cadem, con el espaldarazo de Petro, quien estará en el Senado, la Cámara de Diputados y los Tribunales de Justicia, donde se encontrará con el presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes, antes de volver a la Casa de Nariño.
En su periplo, la alcaldesa comunista de Santiago, Irací Hassler, le entregará las llaves de la ciudad y le nombrará ciudadano ilustre. Sin embargo, la distinción perdió el simbolismo ante la situación «paupérrima» de la capital que la Cámara de Diputados atribuye «incapacidad administrativa» de Hassler para frenar el aumento de 145 % de los homicidios este año tras registrarse 49 casos entre el 1 de enero y el 27 noviembre, un número que duplica los 20 casos reportados en el mismo periodo de 2021, mientras que los robos con violencia crecieron 95 % y 105 % el robo de vehículos.
La situación bajo el mando de Hassler es grave, si además se agrega que los robos con violencia tuvieron un incremento de 5056 a 9872 en la comuna capital. Asimismo, los asaltos para la sustracción de vehículos crecieron de 182 a 373.