Pese a la cantidad de escándalos que han caracterizado a la gestión de Gustavo Petro, el presidente de Colombia estaría abonando el terreno para lograr una reelección.
Aunque en el país suramericano actualmente no existe ese mecanismo, es posible que el mandatario haga lo imposible por mantenerse en el poder, tal y como lo hizo Hugo Chávez en Venezuela. Si convoca un referendo o una asamblea constituyente, la reelección en Colombia podría ser una realidad.
Recientemente Petro asomó la intención de liderar la creación de un partido único de izquierda con el objetivo de «ganar las elecciones de 2026».
«Decisión de configurar un solo partido político. Convocatoria al Frente Amplio en cada municipio, departamento y la Nación con todas las fuerzas democráticas que quieran. Objetivo: ganar las elecciones del 2026 y hacer irreversible la transformación democrática de Colombia y el Acuerdo Nacional para la justicia y la Paz», dijo Petro en la red social X.
El tuit de Petro generó indignación en líderes políticos, debido a que el mandatario, que llegó a la Casa de Nariño hace un poco menos de dos años, no ha dejado de reducir su popularidad a mínimos históricos gracias a decenas de escándalos que han arropado a su gobierno.
El senador David Luna del partido Cambio Radical, advirtió sobre lo que sería el plan del jefe de Estado de buscar su reelección por cuatro años más.
«El presidente está orquestando la posibilidad, desde el punto de vista constitucional y jurídico, para volver a presentarse», dijo Luna.
Y la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal anunció que denunciará al presidente ante la Comisión de Acusación de la Cámara de Representes, por participación en política.
Los escándalos que hunden a Petro
En poco menos de dos años, Petro ha logrado reducir su popularidad al punto en que un 66% de los colombianos desaprueba su gestión.
Y es que hasta The Economist dedicó un artículo al mandatario reseñando los escándalos y hechos más polémicos que hunden al Ejecutivo de Petro, y posiblemente, a su intención de reelegirse.
El artículo recuerda que el hijo mayor del Jefe de Estado, el exdiputado Nicolás Petro, está detenido y enfrenta un proceso penal por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
The Economist advierte que el escándalo ha derivado además en una investigación sobre las finanzas de la campaña Petro que involucra a su hermano Juan Fernando Petro y a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol y quien fue gerente de campaña.
Además, recuerda la polémica que salpica a Laura Sarabia, directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), y exjefa de gabinete.
«Se trata de un detector de mentiras, las supuestas escuchas telefónicas de una niñera y otra bolsa de dinero en efectivo. Sarabia también sostiene su inocencia. Para colmo, el Congreso inició un proceso de impeachment contra Petro en diciembre, ante el cual su hijo fue llamado recientemente a testificar», agrega el artículo.
Para The Economist Petro ha actuado en contra de su propio discurso, que fue además por lo que fue elegido.
«Hay mella en la credibilidad de un líder que en el pasado ha criticado a gritos los vínculos entre los políticos y el crimen organizado. Los colombianos lo eligieron para poner fin a los sucios tratos de la élite política del país. Un olor a narcodinero en su campaña, probado o no, parece contradecir ese objetivo y debilita al presidente. A menos que Petro cambie las cosas, su coalición Pacto Histórico se convertirá justo en eso: en historia«, sentenció.
Queda esperar a conocer si las posibles intenciones de Petro de buscar la reelección se quedan solo en aspiraciones o si, a partir de ahora empieza a mover sus fichas para en 2026 volver a ser el candidato de la izquierda.