Dos noticias relacionadas con grupos guerrilleros acaparan titulares este miércoles en la prensa colombiana. Por un lado, se conocieron detalles de una resolución en la que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó a la fuerza pública bajar el tono del conflicto con la guerrilla del Ejercito de Liberación Nacional (ELN). Por el otro, un fallo judicial reveló que las llamadas “disidencias” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) estuvieron detrás de los hechos vandálicos ocurridos en el país en noviembre de 2019, en el marco del primer intento de paro para desestabilizar el Gobierno del entonces presidente Iván Duque.
Lo primero que habría que aclarar es que FARC, ELN o “disidencias” son lo mismo. Se trata de grupos criminales que se financian con recursos del narcotráfico y comparten supuestas ideologías de izquierda por el solo hecho de que desde este espacio político no se les combate. Para muestra un botón. Y es que con la excusa de la búsqueda de la “paz total”, el Gobierno izquierdista de Gustavo Petro pidió a todas las autoridades utilizar un lenguaje de respecto y de desescalamiento del conflicto con el ELN para facilitar las negociaciones, haciendo a un lado los ataques y secuestros que esta narcoguerrilla sigue cometiendo.
“En el marco del acuerdo de cese al fuego bilateral, nacional y temporal pactado entre el Gobierno nacional de la República de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), decretado mediante el Decreto 1117 del 5 de julio de 2023, las partes acordaron que usarán entre sí un lenguaje respetuoso. En virtud de lo anterior, se ordena a las autoridades del Gobierno nacional a que en el marco del cese al fuego tengan en cuenta que las partes actuarán bajo el marco de un proceso de paz y usarán lenguajes de desescalamiento del conflicto armado”, señala el artículo 3 de la mencionada resolución.
Las “disidencias” de las FARC detrás del vandalismo
A las pocas horas circuló la información que confirma que las “disidencias” de las FARC reclutaban a jóvenes y les daban instrucciones a través de plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp y Facebook durante el llamado “estallido social” de noviembre de 2019 para quemar estaciones del sistema de transporte Transmilenio de Bogotá y Comandos de Atención Inmediata de la policía, conocidos como CAI.
Esta aseveración se desprende de un fallo judicial de 85 páginas divulgado por Caracol Radio, en el que se incluye no solo una condena a cuatro jóvenes por participar en estos hechos vandálicos sino también especificaciones sobre la forma de actuar del Estado Mayor Central, grupo de “disidencias” dirigido por alias ‘Iván Mordisco’.
Y es que los sentenciados a penas de prisión que van de 18 a 20 años por delitos de terrorismo, concierto para delinquir agravado, violencia contra servidor público, daño en bien ajeno y perturbación de vía pública formaban parte del bloque segundo Manuel Marulanda Vélez de las FARC, según se demostró en el juicio.
El ELN en la segunda línea
Además, uno de los condenados tenía vínculos con el ELN y expresó su disposición a contactar a sus amigos de esta guerrilla para intensificar las protestas, según señala el documento. La intención de desestabilizar el Gobierno de Duque era clara. En el fallo se menciona que los condenados buscaban prolongar las marchas y actos vandálicos de manera indefinida, reclutando jóvenes en universidades y creando un colectivo jurídico con el fin de desacreditar a la fuerza pública.
Si bien desde la izquierda han acusado a Iván Duque de “acabar” con la paz, por haber roto las negociaciones con el ELN. No hay que olvidar que esta narcoguerrilla se negó a liberara a los secuestrados y como un acto más de desestabilización contra el Gobierno, en enero de 2019 cometió el sangriento atentado contra la Escuela de Cadetes General Santander, en Bogotá, que dejó 23 muertos, incluido el atacante.
“Con razón tanta generosidad”
El expresidente Iván Duque, quien padeció esta arremetida durante su mandato, no dejó pasar por debajo de la mesa esta decisión judicial que ratifica lo que advertía desde el Ejecutivo. “Los beneficiarios de la ‘paz total’ detrás del terrorismo urbano para desestabilizar la democracia”, escribió en su cuenta de Twitter.