Desde que llegó a la Casa de Nariño, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se ha dedicado a proponer una serie de reformas que cambiarían el funcionamiento de diversos sectores del país. Primero hizo una propuesta para modificar el sistema de salud y ahora lo hace con el sistema de pensiones.
Esta semana se conoció el borrador de la reforma pensional y de trabajo que afectará a la vida de los colombianos, y el próximo 22 de marzo se presentará ante el Congreso para iniciar el respectivo debate.
Este proyecto de ley pretende crear tres perfiles: el de personas que están afiliadas al sistema de pensiones y han contribuido a ellas (pilar contributivo); el de quienes aún no se pudieron pensionar pero tienen semanas cotizadas (perfil semicontributivo), y quienes no han contribuido en ningún momento de sus vidas (perfil solidario).
La particularidad de la propuesta es que aquellos que pertenezcan al pilar solidario recibirán una renta equivalente a 223.000 pesos (unos 47 dólares), y para los que clasifiquen en el régimen semicontributivo se les asignará una renta que dependerá del número de semanas que hayan cotizado.
La reforma establece también que para aquellos que formen parte del régimen contributivo, Colpensiones recibirá los aportes hasta los tres primeros salarios mínimos y una vez superado ese monto, las pensiones pasarán a ser resguardadas por otras administradoras.
Así las cosas, quienes reciben hasta tres salarios mínimos solo podrán cotizar a Colpensiones. En tanto, quienes superen ese umbral, deberán poner los tres primeros salarios en el fondo público y lo demás llevarlo a una cuenta en un fondo privado.
Pero la reforma pensional también traería consigo unas «letras chiquitas», pues con ella buscaría revivir el impuesto a las grandes pensiones. Las personas que reciben más de cuatro salarios mínimos al mes, pasarán de pagar el 1 al 2% con destino al Fondo de Solidaridad Pensional.
«Lo que se va a hacer es poner a los que más capacidad de ahorro tienen una tasa mayor y que ya existe (la del Fondo de Solidaridad Pensional). Ellos van a cotizar dos puntos más, los que ganan por encima de cuatro salarios mínimos, y los pensionados con pensiones de más de 10 salarios mínimos también van a aportar al Fondo, para por ejemplo pagar los 250.000 pesos para los adultos mayores más vulnerables. Es una distribución razonable entre los que más capacidad tienen y sin poner en riesgo las finanzas”, precisó Mauricio Olivera, vicerrector de la Universidad de Los Andes y expresidente de Colpensiones.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos Anif, si el Estado se hace cargo de las mesadas de hasta tres salarios mínimos de los 25 millones de cotizantes actuales, adquiriría una costosa deuda con las poblaciones que se van a pensionar en el futuro. Señala que el problema es que con esa propuesta bajarían más las mesadas de quienes devengan salarios más altos.
Un reporte de Semana revela el caso de personas como Mónica Barrera, de 38 años, que lleva 12 años cotizando (600 semanas) y que tiene un sueldo de 8 millones de pesos. La calculadora pensional de la entidad estatal hoy le indica que si mantiene su salario a los 57 años se podría pensionar con 5,8 millones de pesos, pero, con la reforma en la que Mónica tendría que cotizar los primeros tres salarios mínimos que recibe en Colpensiones y el resto en un fondo privado, esa mesada se bajaría a 3,9 millones de pesos.
Queda esperar a conocer qué sucederá en las discusiones que se darán en el Congreso a partir de este 22 de marzo desde donde iniciará el debate para hacer efectiva esta reforma pensional que para unos ha sido considerada como una «buena idea» pero para otros podría ser todo lo contrario.