El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió el jueves a la Organización de Naciones Unidas (ONU) una prórroga de siete años para aplicar los «acuerdos de paz» con las guerrillas terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, una iniciativa que estima costará unos 46.000 millones de euros.
La propuesta de Petro se dio en el marco de su comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, organismo al que planteó que el acuerdo debe ejecutarse en torno a tres aristas fundamentales: la reforma agraria, la inclusión territorial y la unificación del sistema judicial para la «reconciliación».
En este sentido, ha dicho que el enorme esfuerzo financiero que requerirá lograr esta meta pasa por «potenciar la capacidad financiera del Estado colombiano». Un objetivo que sólo será posible a través del financiamiento internacional.
No obstante, el mandatario colombiano ha reconocido que dicho acuerdo cuenta, al menos en principio, con la oposición de «la mitad de la población» del país sudamericano.
El «acuerdo de paz» fue suscrito con las FARC en La Habana, Cuba, en 2016, durante la presidencia de Juan Manuel Santos. Desde entonces ha sido objeto de múltiples críticas, dado que varios integrantes del grupo terrorista hoy por hoy siguen vinculados a actividades ilícitas como la extorsión, el secuestro y el tráfico de drogas.