El Gobierno de Gustavo Petro perderá un aliado importante, al menos en el Congreso. Las razones no son ajenas a los colombianos. Si bien la oposición y la mayoría de la población –según muestran los más recientes sondeos de opinión– coinciden con la postura que hoy asume el Partido Liberal, la inconformidad con la distribución de cargos o cuotas de poder en el Ejecutivo –práctica conocida en Colombia como reparto de “mermelada”– se asoma como el verdadero motivo que llevó al máximo líder de esta organización política, el expresidente César Gaviria, a manifestar en una carta enviada al mandatario su decisión de abandonar la coalición oficialista. La respuesta no se hizo esperar. El jefe de Estado mostró de inmediato su intención de dividir a los “liberales” pensando en la conformación de una alianza electoral para 2026.
Las diferencias con la controversial reforma a la salud que Petro insistirá en presentar “todas las veces que sea necesario” si no consigue los apoyos que requiere en el Legislativo o no pasa el filtro en la Corte Constitucional, como dijo este domingo, aparecen como la principal razón de la ruptura. Sin embargo, Gaviria no esconde en su carta otros dos motivos de peso. Por un lado, destaca el hecho de que su partido haya conseguido “claras mayorías a todos los niveles” en las pasadas elecciones regionales del 29 de octubre; y por el otro, reclama que “el Partido Liberal hoy carece de representación en el gobierno”. En este último punto hace una acotación: “Ni se nos ha ofrecido ni la hemos buscado”. Sin embargo, queda claro que la falta de esa “representación” en el Ejecutivo coincide con lo que en 2017, siendo oposición, Petro dijo sobre una situación similar: “Renunciaron a la mermelada, después de comérsela. Indigestos”.
Cómo seducir a los “liberales”
En esta ocasión el mandatario colombiano opta por una conveniente cautela. Cuando la “mermelada” es necesaria para mantenerse en el poder, la crítica es menos visceral. Y es que la carta de Gaviria que hoy acapara titulares en la prensa colombiana culmina manifestando el próximo paso a seguir en el Partido Liberal. “Es el momento de dejar claro que nos vamos a mover a una posición de independencia”. Aunque deja abierta la posibilidad de “colaborar con el gobierno del presidente Petro”, aclara que, de acuerdo con los procedimientos partidistas, la decisión final se tomará “con posterioridad a la convención” de la organización política, en línea con “la dirección que esta escoja”.
Es evidente que Petro no quiere perder el apoyo del Partido Liberal, tomando en cuenta que es la primera fuerza política en la Cámara de Representantes y la segunda en el Senado y, por lo tanto, sin el voto de estos congresistas pierde la posibilidad de que se aprueben en el Congreso sus propuestas, encabezadas por una larga lista de reformas, teniendo actualmente la de la salud como prioridad.
Petro plantea división del Partido Liberal
Por esta razón, Gustavo Petro respondió a la carta de Gaviria con una critica matizada al expresidente pero sin cerrarle la puerta a la formación política. “La convención liberal debe decidir democráticamente si el partido se mantiene en la corriente neoliberal a lo Milei, lo cual en mi opinión personal sería un anacronismo, o pasa a ayudar a construir una corriente progresista en Colombia que saque a nuestro país de la violencia y la desigualdad”, escribió el mandatario en su cuenta de X (antes Twitter), sin desaprovechar la oportunidad para atacar al presidente electo de Argentina, usándolo además para dividir a los “liberales” colombianos.
Llama la atención que Petro extiende la mano para “organizar un Frente Amplio” pensando ya en las próximas elecciones presidenciales, pues destaca que “estas fuerzas” –entre las que incluye al partido centroizquierdista Alianza Verde y el “liberalismo”– “lograron mayoría en las elecciones locales, ya ganaron la Presidencia en 2022 y pueden volver a ganar la presidencia en 2026”. De esta manera muestra su intención de preservar el poder mediante un cuadro político que salga de este frente que busca conformar con su movimiento de extrema izquierda, el Pacto Histórico, y los centroizquierdistas verdes y los “liberales” que le den la espalda a César Gaviria.