La radicalidad es una condición de la izquierda que el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, intentó disimular durante su campaña, pero ahora comienza a recibir los respaldos de sus exponentes dentro y fuera del país: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
El Kremlin convirtió su felicitación en una oportunidad para buscar cooperación en medio del aislamiento internacional al que arrastró a Moscú con la invasión a Ucrania.
“Las relaciones ruso-colombianas tradicionalmente tienen un carácter amistoso. Espero, que vuestra labor de mandatario de Estado contribuirá al desarrollo ulterior de los lazos de cooperación bilateral mutuamente ventajosa en diferentes campos”, subrayó la Embajada de Rusia en Colombia en su mensaje dirigido a Petro, donde además le deseo “éxitos, buena salud y bienestar”.
Moscú busca un giro en Bogotá
Putin apuesta a un giro en las relaciones con Bogotá después de cuatro años de hostilidad diplomática con la administración del presidente Iván Duque, a raíz de las sospechas de espionaje ruso en la nación cafetera tras el arribo en abril –un mes antes de la primera vuelta– del coronel experto en ciberespionaje, Dmitry Vladimirovich Tarantsоv, quien salió de Estados Unidos en 2015 por presuntamente haber estado interviniendo en los comicios del año siguiente.
Además, los vínculos con el chavismo que derivaron no sólo en la instalación de radares rusos en la frontera con capacidad para “perturbar la frecuencia y hacer guerra electrónica” sino también la venta de armamento, drones y aviones a Nicolás Maduro enfrió las relaciones que se detuvieron con el apoyo de Colombia a Ucrania, que condujo al embajador de Rusia en la ONU, Vasily Nebenzya, a declarar que “Colombia no es un país normal, seguimos muy de cerca lo que ocurre en el país y nosotros estamos inquietos porque su administración sistemáticamente ha evitado mencionar el acuerdo definitivo de paz”.
La guerrilla ve oportunidades
Vladímir Putin no es el único que gestiona aliados, las «disidencias» de las FARC, reunidas en la Segunda Marquetalia liderada por Luciano Marín Arango alias ‘Iván Márquez’, emitió un comunicado donde respaldan a Gustavo Petro porque representa un “cambio imparable”.
En el documento viralizado en redes sociales, el grupo guerrillero suscribe el discurso de Petro de la segunda vuelta, en el que insistió que “la paz es el derecho más elevado; solo la paz garantiza la vida, y sin ella ningún derecho tendría valor porque estaríamos muertos”.