El presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó duramente la cobertura que han dado los medios de comunicación durante los últimos días a la polémica derivada de la escogencia del nuevo fiscal general de la nación; todo ello en un contexto marcado por el hostigamiento ejercido por simpatizantes petristas contra los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
«Los medios de comunicación, en su mayoría, tanto el viernes (sic) como ayer sábado, han construido dos burbujas comunicacionales por completo falsas«, escribió el mandatario colombiano el domingo en su cuenta personal en la red social X.
El máximo tribunal del país tiene en sus manos la escogencia del nombre de quien sustituirá a Francisco Barbosa, actual fiscal general y quien se ha convertido además en una de las voces más críticas contra los abusos de poder del jefe de Estado. Barbosa debía concluir formalmente su período en el cargo este lunes 12 de febrero.
La estigmatización de los medios de comunicación críticos ha sido uno de los principales recursos empleados por los gobiernos afines al Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla en la región, empezando por el régimen de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, quienes echaron mano recurrentemente de la supuesta tergiversación de los hechos por parte de los medios para censurar y silenciar voces críticas.
El victimismo a partir del «lawfare»
Por otra parte, en el discurso de Petro también ha venido apareciendo una narrativa victimista, que le sitúa como el supuesto blanco de una conspiración judicial que busca deponerlo del poder. No es cosa de azar que sus embestidas verbales desde hace un buen rato se han centrado justamente en el papel de la Fiscalía de la Nación, todo ello con el objeto de someter a cuestionamiento la independencia de poderes y el sistema de contrapesos del país hispanoamericano.
Esto ha ido escalando hasta producir, la semana pasada, los hechos en los que el Palacio de Justicia ubicado en Bogotá fue objeto de asedio por turbas claramente identificadas con el gobernante Pacto Histórico.
«Intentan construir lo que se llama el ‘lawfare’ (guerra jurídica), es decir que la Justicia tome partido contra el Gobierno y hunda no solo las reformas sino al Gobierno mismo», señaló el mandatario colombiano sobre los sucesos que han venido aconteciendo en torno al eventual nombramiento de un nuevo fiscal.
La introducción de un supuesto sesgo judicial bajo el que los tribunales sólo persiguen a líderes «progresistas» es un recurso que también ha sido muy utilizado por la izquierda en la región. Esto es especialmente claro si se revisa el caso de Lula da Silva en Brasil y, sobre todo, el de la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.
Ambos intentaron de manera recurrente desvanecer su responsabilidad en hechos de corrupción aludiendo al hecho de que los jueces que en su momento los condenaron simplemente actuaban bajo un patrón de persecución política contra líderes de izquierda.
«El ‘lawfare’ debe cesar en toda América Latina con una amnistía general a los presos y sindicados políticos, el sistema interamericano de justicia debe ser fortalecido, y en Colombia no se debe establecer el llamado ‘lawfare’», insistió Petro en X con respecto al tema.
Para Gustavo Petro es fundamental que, en lugar de Barbosa, sea escogida una fiscal -todas las candidatas a reemplazarlo son mujeres- menos incisiva que éste, dado que de la dirección que adopte esta institución en los próximos meses será crucial para el desarrollo de lo que queda de su mandato presidencial.
No se puede olvidar que actualmente la fiscalía aún conduce investigaciones sobre el financiamiento de la campaña del Pacto Histórico, en un contexto en el que el propio hijo del jefe de Estado, Nicolás, forma parte fundamental de las acusaciones que se han hecho en contra del mandatario.