El presidente de Chile, Sebastián Piñera, dijo este jueves 20-A que la reforma migratoria que impulsa el oficialismo en el Parlamento busca «ordenar la casa» y evitar la migración irregular, en momentos en que el país enfrenta la mayor crisis económica en cuatro décadas por la pandemia.
«Queremos ordenar nuestra casa, porque hubo un tiempo en que la migración se hizo en forma descontrolada e ingresaron a Chile en forma ilegal muchas personas, lo cual constituye un engaño para esas personas y yo creo que no es lo que el país necesita», indicó en rueda de prensa el mandatario conservador.
La inmigración ilegal «perjudica a los chilenos y a los propios migrantes», apuntó Piñera, quien ya utilizó antes la polémica expresión «ordenar la casa» para referirse a los problemas migratorios.
En Chile, un país que hasta las protestas del pasado octubre era muy atractivo para migrar por su estabilidad política y económica, hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 % de la población.
Los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos, según el Departamento de Extranjería y Migración (DEM).
Durante su primer mandato en el periodo 2010-2014, Piñera presentó un proyecto ley para modificar la política migratoria, cuya discusión estuvo suspendida durante siete años y que ha sido retomada ahora por el Senado, entre críticas de parte de la oposición y la sociedad civil.
La actual Ley Migratoria, una de las más antiguas de Latinoamérica, fue diseñada en 1975 durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando Chile apenas recibía migrantes, y se ha ido actualizando con los años pero sin grandes cambios estructurales.
«Los que quieran venir a vivir a nuestro país tienen que empezar por respetar nuestras leyes y por respetar nuestro estado de Derecho», agregó el dirigente, quien aprobó nada más acceder al poder para su segundo mandato no consecutivo en 2018 unos decretos para restringir la expedición de visas a venezolanos y haitianos.
El frenazo de la economía por la pandemia, que ha causado ya más de 390.000 infectados y 10.671 muertos en el país, provocó un desplome histórico del 14,1 % en el PIB chileno durante el segundo trimestre de 2020 y llevó al desempleo al 12,2 % en junio, su peor cifra en una década.
Aún así, las autoridades creen que la migración podría aumentar en los próximos meses dado que la situación de los vecinos es peor.
Un estudio de la Universidad de Talca (centro) reveló el miércoles que más del 30 % de los migrantes que viven en Chile perdieron sus empleos durante la pandemia y que, pese a su precariedad, el 60 % de los consultados no volvería a su país de origen.
En ese contexto, el gobernante aseguró que la propuesta opositora para aprobar el llamado «turismo laboral» es inviable, pues permitiría regularizar la situación de «cualquier persona que se presente en la frontera y diga que quiere buscar trabajo».
«Eso no es lo que los chilenos queremos (…) En los tiempos que vivimos hoy día que tenemos un gigantesco desafío de crear empleos para recuperar el 1,8 millón de empleos que hemos perdido», concluyó.
Fuente: Panorama