Integrantes del Grupo Especial de Inteligencia de la Policía Nacional del Perú (GEIN), que logró la captura del terrorista comunista Abimael Guzmán en 1992, se retiraron de una ceremonia en la que se les homenajeaba, ante la llegada de Pedro Castillo.
Los integrantes del GEIN se retiraron sin dar declaraciones a la prensa, pero con evidentes gestos de incomodidad ante la llegada del mandatario peruano, vinculado desde la campaña presidencial 2021 a grupos radicales muy cercanos a la subversión comunista.
Al finalizar la ceremonia, Benedicto Jiménez, miembro del GEIN que permaneció en el escenario pese a la llegada de Castillo, dijo a la prensa que le sorprendió la llegada del jefe de Estado y que tuvo la intención de retirarse junto a sus colegas, pero optó por respetar el protocolo.
«Me he quedado por lealtad al general de la Dircote, Óscar Arriola. Intención (para irme) no me faltó, pero hay cuestiones más grandes. Me sorprendió la llegada del presidente. Yo he sido uno de sus más grandes críticos, antes de las elecciones yo he dicho que él era parte de Sendero” acotó Jiménez, en referencia al grupo terrorista Sendero Luminoso.
«Yo puedo ser muy crítico contra él, pero eso no me quita que sea respetuoso y disciplinado en el aspecto protocolar», agregó.
‘No malogre la fiesta‘
Previo a la ceremonia, el general de la PNP Carlos Morán, que formó parte del GEIN, se dirigió a través de un programa radial para pedirle a Castillo que no asistiese al evento por el Día de los Defensores de la Democracia.
«Yo le digo públicamente al señor Castillo que no asista, porque si lo hace nos va a hacer pasar un momento muy incómodo a los del GEIN, porque el señor Castillo y su premier han demostrado que odian a la Policía Nacional, porque no se puede entender que haya cambiado a cinco comandantes generales en un año de gestión», dijo en Ampliación de Noticias de RPP.
«Le pido que no asista y no malogre una fiesta que celebramos todos los peruanos, porque celebramos todos hoy el inicio de la pacificación nacional», agregó.
No es el primer desaire
En una ceremonia el pasado mes de abril, militares peruanos en situación de retiro no se pusieron de pie a la llegada de Pedro Castillo, e incluso algunos se retiraron de la ceremonia del aniversario XXV del rescate de 72 rehenes secuestrados por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en la casa del embajador de Japón en 1997, en el marco de la operación “Chavín de Huántar”.
“Nos retiramos de la ceremonia para expresar nuestra indignación de estos usurpadores. Nosotros recordamos la memoria de los hombres y mujeres civiles. A los militares hay que recordarlos y ellos están pisoteando la memoria de ellos. Además, ustedes están viendo en las calles de todo el Perú, nuestros compatriotas mendigando en un país rico”, expresó el excomando Jaime Cabrera.
Al ser cuestionado sobre sus motivos en contra del Gobierno comunista de Perú Libre, este mencionó que Pedro Castillo no está “capacitado” y “tiene ideas extremistas”.
“Nuestro Estado Nación está siendo vulnerado por estos extremistas. El señor Castillo es un títere de Vladimir Cerrón y el señor Cerrón es un títere del Foro de Sao Paulo”, dijo a la prensa.
Castillo y sus vínculos con la subversión
Desde que Castillo sorprendió a las encuestadoras y medios de comunicación al pasar a segunda vuelta -pese a no aparecer en los sondeos iniciales con un porcentaje halagador-, el ojo público cuestionó sus vínculos con grupos simpatizantes o “fachada” de grupos subversivos que ensangrentaron el Perú entre 1980 y 2000.
En esa línea, el exministro del Interior Carlos Basombrío advirtió de los reportes de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) que demostraban las relaciones de Castillo con el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), brazo político de la organización liderada por el cabecilla terrorista Abimael Guzmán, fallecido el año pasado en prisión.
“Castillo no militaba en el Movadef, pero era una persona bien vista y útil para Sendero Luminoso. Hubo un documento confiscado en la celda de Abimael Guzmán en el que se lee cómo le da el beneplácito a Castillo para que sea elegido secretario general del Sutep-Conare [Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú]. Su sola presencia en las elecciones es una ofensa a la dignidad de todos los asesinados por Sendero Luminoso. Es lamentable que el país no tenga la memoria de lo que significa una organización como esa, y que haya gente que le dé su voto a Pedro Castillo”, dijo en una entrevista.