El tiroteo constante entre Javier Milei y Axel Kicillof no es nuevo. Las diferencias ideológicas entre ambos economistas son de larga data. La actualidad los pone frente a frente en roles importantes. El libertario es, nada más y nada menos, que el presidente de la Nación. El delfín de Cristina Kirchner es el gobernador de la provincia de Buenos Aires, que constituye el último gran bastión kirchnerista de poder.
Sin embargo, en las últimas horas Kicillof mostró un nerviosismo inédito, en el marco de su largo enfrentamiento con su colega de diferente orientación ideológica. Milei, una vez más lo acusó de “comunista” y el gobernador hizo un extenso comentario en sus redes sociales, evidenciando una preocupación que no había mostrado hasta el momento. Es que, con ambos en lugares importantes de decisiones, por primera vez los dos modelos podrían contrastar de manera simultánea, dejando en evidencia qué marco conceptual es más virtuoso que el otro.
La discusión surgió a propósito de la evaluación de una gran inversión de GNL (gas natural licuado) que podría hacerse en la provincia de Buenos Aires o en Río Negro. El gobierno nacional, en el marco de las importantes reformas que está implementando, fomentó un Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones, que muchas provincias acompañaron. Como todo lo que viene del Poder Ejecutivo Nacional, Kicillof lo rechazó.
Claro que las cosas cambiaron en Argentina y estas decisiones irresponsables ya tienen consecuencias inmediatas. Mientras que el gobernador kirchnerista se manifestó en contra de la iniciativa, provincias como Río Negro la implementaron. La consecuencia lógica de todo esto es que la gran inversión, que podría ser una de las obras de mayor infraestructura en la historia del país, tenga más incentivos para realizarse –lógicamente– en un distrito que presente un marco legal más amable con la inversión.
Por lo tanto, el emprendimiento que se debatía entre Buenos Aires y Río Negro, que permitirá licuar y exportar el gas de Vaca Muerta, al día de hoy tiene más posibilidades de realizarse en la provincia que implementó el RIGI.
En una entrevista con Alejandro Fantino, Milei reconoció que la megainversión tiene más posibilidades de ejecutarse en una provincia que suscribió el programa de incentivos a la inversión que en el distrito gobernado por un “expropiador serial”.
Lejos de dejar pasar el comentario, el gobernador bonaerense consideró que tenía que manifestarse al respecto y le pidió a YPF y a Petronas (empresas detrás del emprendimiento) que no se dejen “influenciar” por el presidente.
“La construcción de la planta de GNL es una inversión muy importante tanto para nuestra provincia como para el país. Espero que YPF y Petronas manejen el tema con seriedad y profesionalismo, sin dejarse influenciar por los comentarios trasnochados que escupe a diario el presidente y que ya nos hicieron entrar en conflicto con nuestros socios comerciales más estratégicos como China, Brasil, España, Colombia y Francia”, manifestó Kicillof.
Sin embargo, las compañías ya advirtieron que el proyecto se realizaría donde sea más conveniente. No hace falta aclarar a cual de las dos provincias se refieren.
Aunque la discusión ideológica entre ambos economistas viene de larga data, en los próximos años se verán las implicancias de los dos marcos conceptuales aplicados en el mundo real. También se evidenciará el impacto de las mismas en el bienestar de la ciudadanía. Lo más probable es que la retórica populista enfrente un importante dolor de cabeza, por el fuerte impacto de su marco teórico fallido con la realidad.