Omar Estacio,
En definitiva, los participantes de la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC 2023, se quedaron con la ganas. No es cualquier cosa no poder abrevar las sapientes reflexiones de quien ejerce dominio, absoluto, de la cultura universal. Geografía, del idioma, física, matemáticas, filosofía, hasta de Historia Sagrada. “Puerto La Cruz, capital Barcelona”. “Los millones y millonas”. “La multiplicación de los panes y de los penes”. Ni qué hablar de sentar cátedra de decencia, moral, de ética. De buenas costumbres a lo Manuel Antonio Carreño.
Su deserción, a última hora, cual el más valeroso, trajo a la memoria aquella tarde, en la avenida Bolívar, Caracas, cuando en medio de su estampida fue interpelado por uno de los poquísimos de su séquito, con una pizca de vergüenza:
-¡Señor, tras nosotros, hemos dejado a merced de la metralla del “Dron Magnicida” a su amadísima consorte! ¡Ejecutemos un “Vuelvan Caras” para salvarle el pellejo, perdón, la integridad física de la doñita!
– ¡¿Vuelvan….queeé?! ¡Ni yo soy el general Páez, ni estamos en las “Queseras del Medio ¡patas pa’ que las tengo!» En cuanto a la señora, esa vieja, ¡que se jo…!
En la narcotiranía el miedo es gratis, pero la cobardía paga.
Seguro que alguna sacerdotisa, después de consultar a las divinidades tutelares de la macumba caribeña, le reveló que en Buenos Aires, so pretexto de la Cumbre del Celac, le aguardaba un complot urdido entre Alberto Fernández, presidente argentino y algunos cazarrecompensas para que, apenas asomara ese bigotón ¡zas! en pleno aeropuerto internacional de Ezeiza, “ponerle los ganchos”. Y de ahí, muy orondos, directo a pasar por la ventanilla del “Treasury Department” a cobrar los tentadores 15 millones de dólares que ofrecen por su captura.
O peor: Que dejó a sus altos panas del Celac con los crespos hechos, porque sufrió una puntada, grave, ahí donde la espalda pierde su decente nombre, del “Síndrome de Playa Seca” que cunde entre el alto funcionariado Robolucionario. El susodicho y el cochinito congo del mazo dando, más que ningunos.
Los amables lectores se servirán recordarlo. Nos referimos al síndrome consistente en el pánico a que de cualquier cuerpo de agua -mar adentro, lo mismo que de las profundidades de una piscina, una bañadora de asiento, incluida una bacinilla- emerja un escuadrón de buzos SWAP lo zampen en un submarino para, finalmente, dar con sus huesos a compartir calabozo con «El Chapo» Guzmán en la “SuperMax” de Florence, Colorado, EEUU. Inútil explicarles a los pacientes del referido síndrome que de una bacinilla es improbable que emerja escuadrón alguno, salvo que sea de las llamadas lombrices solitarias.
Sea como sea, en el culebrón de 29 páginas, contentivo de las conclusiones y recomendaciones de la “Cumbre 2023 del Celac” se advierte la ausencia de su mano diestra.
¿Se lo imaginan, señoras lectoras, señores lectores, lo que habría resultado? ¿29 páginas de puro bla, bla, bla, redactadas por Lula, de Brasil y el camarada “Ralph” Goncalves, de San Vicente y las Granadinas -analabetas como el susodicho- presidentes saliente y entrante del Celac, con el aporte de quien no sabe escribir, pero que le escriben (cheques y transferencias bancarias de dinero negro)?
Con semejante trío, es imprescindible sujetarse muy fuerte la billetera. En el Celac o en cualquier otro sitio. Leyéndonos un informe. O tomándonos un café.
@omarestacio