BRASILIA.- El columnista brasileño Lucas Ribeiro analizó la postura del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ante los anuncios de los resultados electorales en Venezuela, que afirmaron la reelección fraudulenta de Nicolás Maduro, lo que ha desencadenado una serie de reacciones de la comunidad internacional.
En artículo publicado en La Gaceta de la Iberosfera, Ribeiro calificó de peligrosas declaraciones de Lula da Silva, en las que, ha a su juicio, ha adoptando una postura de complacencia y legitimación al fraude del régimen de Nicolás Maduro, al asegurar que “no hay nada grave, nada anormal” en el proceso electoral venezolano, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo proclamara ganador el pasado domingo 28 de julio.
Según el ente electoral, Maduro ganó con un 51,2%, frente al 44% del candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia. Mientras que la oposición mayoritaria asegura que la victoria la obtuvo el abanderado opositor con 6,275,000 votos, mientras que Nicolás Maduro obtuvo 2,759,000.
El gobierno brasileño saludó el «carácter pacífico» de la jornada electoral, a pesar de las numerosas evidencias de irregularidades y represión. Sin embargo, se abstiene de tomar una posición hasta que se publiquen los resultados por mesa de votación.
El internacionalista destacó que la comunidad internacional se ha polarizado entre los demócratas y los partidarios del dictador socialista. Algunos felicitando a Maduro por su supuesta victoria y otros rechazando el resultado ofrecido por el CNE.
En tal sentido, citó una encuesta realizada por Poder360, la cual señala que hasta este miércoles 30 de julio, al menos 12 países, incluidos regímenes autoritarios como Bielorrusia, Irán y Qatar, reconocieron la victoria de Maduro.
Mientras que, 18 países, entre ellos Estados Unidos, Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, Perú, Costa Rica, Ecuador, República Dominicana, Panamá y la Unión Europea se negaron a atestiguar la legitimidad del proceso electoral, que fue ampliamente cuestionado.
Por lo que los gobiernos internacionales exigen transparencia sobre el proceso electoral, el conteo de votos y la publicación de las actas de votación de las mesas electorales en todo ese país, que el CNE todavía no ha publicado.
La situación venezolana también generó repercusiones en el Congreso Nacional brasileño. Senadores de la oposición, como Ciro Nogueira y Tereza Cristina anunciaron la intención de convocar al ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, y al asesor especial de la Presidencia para Asuntos Internacionales, Celso Amorim, para que prestaran aclaraciones sobre la posición de Brasil en relación con Venezuela.
Respaldo a un dictador
En el texto, Ribeiro cuestionó la tendencia de Lula al minimizar las denuncias de fraude e irregularidades durante los comicios electorales venezolanos y enfatizó que el mandatario brasileño se alinea “con uno de los regímenes más violentos y autoritarios del continente americano”.
“Esta actitud de apoyo explícito a Maduro, que es un dictador ampliamente criticado por violaciones de derechos humanos y represión política, pone en tela de juicio la credibilidad del presidente brasileño, que fue elegido con la narrativa de ser un defensor de la democracia y la política exterior brasileña”, expuso.
El columnista reseñó las palabras del periodista brasileño JR Guzzo, quien criticó severamente la postura de Lula en su columna en el Estadão, en la que escribió que al tratar el proceso electoral como “normal”, el gobernante demuestra una afinidad preocupante con regímenes autoritarios y envía una señal clara de que le gustaría implementar un régimen similar en Brasil.
Papel del Centro Carter
Asimismo, Ribeiro destacó el papel del Centro Carter, una organización internacional de derechos humanos, que fue contundente en su evaluación de las elecciones venezolanas, luego de presenciar las incidencias y trabas impuestas por el chavismo durante la contienda electoral.
En un comunicado, la entidad declaró que el proceso “no cumplió con los estándares internacionales de integridad electoral en ninguna de sus etapas” y destacó la presencia de un ambiente de libertades restringidas para actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación.
El Centro Carter afirmó que el CNE demostró un claro ventajismo y sesgo a favor de Maduro durante la campaña electoral, que fue “impactada por condiciones desiguales entre los candidatos”.
Finalmente, aseveró que la postura del Gobierno de Brasil en cuanto a la “reelección” en Venezuela del autócrata Nicolás Maduro, marcada por alegaciones de fraude y falta de transparencia, ha sido objeto de críticas tanto internas como externas y evidencian que el apoyo a dictadores es impopular en Brasil y muchos países del mundo.