Las miradas se dirigen más que nunca hacia la Reserva Federal (Fed, Banco Central): ¿sus responsables seguirán considerando que el alza de precios es temporal?
El repunte inflacionario, que coindice con la recuperación económica tras la contracción sufrida durante la pandemia, ha suscitado conjeturas de que la Reserva Federal podría cesar antes de lo esperado su política de mantener las tasas de interés casi en cero.
Tal medida podría debilitar la economía e impedir una recuperación plena. Sin embargo, las autoridades del Banco Central estadounidense ha dicho repetidamente que la tasa de inflación actual es un fenómeno transitorio provocado por escasez de productos y otros obstáculos temporales característicos de una veloz recuperación económica. Pero algunos economistas no piensan lo mismo ni ven la inflación como algo temporal.
El aumento de precios en muchos casos refleja el desabastecimiento de ciertos productos, desde circuitos integrados hasta automóviles usados, y la rápida recuperación de la demanda por parte de los consumidores que están ahora más dispuestos a viajar, ir de compras o comer en restaurantes cuando todavía faltan suficientes trabajadores en esos sectores.
En consecuencia, han aumentado algunos salarios por la alta demanda de puestos de trabajo vacantes, una cifra en los ultimos tres meses se ubica en más de 9 millones de empleos sin cubrir, en gran parte por los excesivos paquetes federales de ayudas por desempleo. Los precios de restaurantes, pasajes aéreos y habitaciones de hoteles también han subido.
Solamente el mes pasado el precio promedio de un automóvil usado aumentó en 10,5%, algo jamás visto desde que se comenzaron a llevarse registros en enero de 1953. Ese aumento representó alrededor de un tercio del aumento mensual por tercer mes consecutivo.
Las habitaciones de hotel aumentaron en 7% en junio y los vehículos nuevos en 2%, el mayor incremento desde mayo de 1981. Los precios de los vehículos se han disparado debido a que la falta de circuitos integrados ha obligado a las fábricas a reducir la producción.
Los precios en los restaurantes subieron 0,7% en junio y 4,2% en el año transcurrido, indicio de que muchos negocios están aumentando sus precios para compensar el alza de los costos laborales y de los alimentos.
Fuente: Diario las Américas