La inflación en Estados Unidos se contrajo levemente en abril 0.2%, luego de 12 meses de aumentos constantes, una señal algo optimista cuando los precios continúan en ascenso.
Pero el ligero optimismo sobre un posible descenso de la inflación puede verse truncado por los altos precios del petróleo y por ende de la gasolina en EEUU, además de la situación internacional sumamente inestable con la guerra de Ucrania y los confinamientos y problemas financieros en China.
La administración de Joe Biden obligó nuevamente a EEUU a la dependencia energética internacional con su política de cambio climático y energía renovables mediante diversas restricciones a la industria estadounidense del petróleo.
Durante 11 meses, Biden le dio la espalda a los niveles inflacionarios con declaraciones de que la inflación era temporal, mientras acusaba a los republicanos de alarmistas.
Los precios al consumidor subieron 8,3% el mes pasado comparado con el mismo mes del año anterior, informó el Departamento de Trabajo el miércoles. El aumento anual fue de 8,5% en marzo, el más alto desde 1981 junto con la cifra actual.
Los costos de la energía aumentaron 30,3% en los últimos 12 meses, y el costo de la gasolina es 43,6% más elevado que hace un año.
Los precios continuaron su aumento para una variedad de rubros, incluidos vivienda, alimentos, tarifas aéreas y vehículos nuevos, y la inflación se mantiene en su mayor nivel desde 1982.
Los alimentos pegaron un salto de 10,8% en los últimos 12 meses, lo que constituye el mayor aumento anual desde noviembre de 1980, de acuerdo con el informe.
Las carnes de res, ave, pescado junto con los huevos subieron 14,3%, el mayor nivel desde mayo de 1979.
El incremento mensual fue de 0,3% de marzo a abril, una tasa elevada, pero el alza más baja en ocho meses. Los precios al consumidor aumentaron 1,2% de febrero a marzo, debido principalmente al salto en los precios de la gasolina provocado por la invasión rusa de Ucrania.
En todo el país, el precio del galón (3,8 litros) de gasolina aumentó a 4,40 dólares, un récord, según la American Automobile Association (AAA), [cifra no ajustada para la inflación]. El principal factor es el alto precio del petróleo. El precio del crudo referente en Estados Unidos fue de 100 dólares por barril el martes. La gasolina había caído a 4,10 dólares el galón en abril comparado con 4,32 en marzo.
La fuerte alza de precios afecta tanto el poder de compra de los estadounidenses como la popularidad de Joe Biden, que busca desesperadamente mitigar el impacto de la fuerte inflación en un escenario de elecciones de medio término donde se juega el control del Congreso.
La inflación: el boomerang de los demócratas
«El incendio de la inflación es incontrolable y los tomadores de decisión de política (monetaria) no pueden hacer gran cosa para detenerlo, a menos que frenen masivamente el crecimiento», estimó el economista Joel Naroff.
Más allá de la economía hogareña, la inflación le crea un problema político grave al presidente Joe Biden y los legisladores demócratas en año de elecciones intermedias. Los republicanos sostienen que el paquete de apoyo financiero de 1,9 billones de dólares en marzo recalentó la economía, elevó la ayuda por desempleo y los pagos de créditos impositivos por hijo.
El martes, Biden trató de tomar alguna iniciativa a pocos meses de la elecciones legislativas de noviembre y dijo que la inflación es “el problema número uno que enfrentan las familias” y “mi primera prioridad en lo interno”. Sin embargo, la realidad ha demostrado lo contrario y sus prioridades se dirigen a los asuntos internacionales.
Biden atribuyó la alta inflación a los trastornos de las cadenas de suministro relacionados con el veloz rebote económico luego de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania.
Pero en realidad su guerra contra la industria estadounidense del petróleo y exceso de estímulos económicos, que desestimularon el empleo, fueron las causas principales de la crisis inflacionaria en EEUU.
El jefe de la Casa Blanca dijo que su gobierno ayudará a aliviar los aumentos de precios al reducir el déficit fiscal.
Biden le dio la espalda a los niveles inflacionarios durante 11 meses con declaraciones de que la inflación era temporal, mientras acusaba a los republicanos de alarmistas.
La escalada de precios desde la llegada de Biden al poder es la peor en más de 40 años, por lo que hace dos semanas el mandatario estuvo obligado a revocar órdenes ejecutivas contra la industria de combustibles fósiles, al tiempo que utiliza ahora el 25% de la reserva de petrolera estadounidense para intentar paliar la crisis. Sin embargo, los precios de la gasolina escalaron el martes a un nivel récord de $4.40 el galón regular como promedio nacional.
Fuente: Diario Las Americas