QUITO.- El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, redujo a seis horas el toque de queda nocturno que rige en tres provincias del país azotadas por la violencia del narco, para evitar afectaciones al sector turístico.
«A partir de hoy el toque de queda será desde las once de la noche hasta las cinco de la mañana», dijo el mandatario desde la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia.
En principio, el mandatario había impuesto a partir de las 21H00 locales (02H00 GMT) un toque de queda de ocho horas para Esmeraldas, Guayas (suroeste) y Santo Domingo (centro), golpeadas por bandas criminales ligadas al narcotráfico que la semana pasada hicieron estallar coches bomba cerca de gasolineras y estaciones de policía.
Sin embargo, el gobernante decidió reducir el tiempo para que «las actividades turísticas puedan abrir sus locales hasta las once de la noche y de esa manera evitar un golpe a esa actividad tan importante».
Los ataques, que dejaron ocho muertos, fueron una represalia del narco por la reubicación carcelaria de más de 2.400 reclusos.
La ofensiva obligó al Ejecutivo, que declaró una «guerra abierta» contra el narco, a decretar por 45 días un estado de excepción en las tres provincias y movilizó a militares para operativos de control.
Bandas criminales ligadas al tráfico de drogas se disputan a fuego y sangre el poder en calles y cárceles, donde desde febrero de 2021 han muerto cerca de 400 presos en medio de cruentos enfrentamientos entre organizaciones rivales.
Ecuador, vecino de Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína, ha visto crecer la violencia y las incautaciones de droga. En 2021, el país decomisó una cifra récord de 210 toneladas y en lo corrido de este año las incautaciones alcanzan las 160 toneladas.
Guayaquil, un puerto estratégico para la salida de la droga, es el punto más castigado por el narcotráfico. Entre enero y octubre se han registrado al menos 1.200 homicidios, 60% más que el mismo periodo de 2021, según datos oficiales.