También se invitaba a protestar frente al domicilio del apartamento donde reside la expresidenta Fernández de Kirchner (2007-2015), actual vicepresidenta, lo que generó un fuerte repudio desde el oficialismo.
“Disentir con un gobierno es parte de la democracia. Movilizarse, aun con el riesgo que implica en una pandemia, también. Pero promover una convocatoria a una protesta en el domicilio de una persona solo fomenta la grieta y daña esa convivencia democrática”, dijo el presidente Fernández en su cuenta de Twitter, en defensa de la funcionaria pública número dos de su gobierno.
La protesta tiene lugar en momentos en que se percibe un creciente malestar en la población por los resultados sanitarios y económicos de la extensa cuarentena que rige desde el 20 de marzo por la pandemia de coronavirus.
Argentina se ubica en el sexto puesto de los países más afectados, con casi 900.000 contagiados y más de 23.000 muertos.
En lo económico, se estima una caída cercana al 12% del PIB mientras que la pobreza afecta al 40,9% del país.
En picada
Fernández, quien asumió en enero pasado, llegó a tener una imagen positiva cercana al 70% al inicio de la pandemia, pero ahora se ubica en 34,8%, según una encuesta de la consultora Giacobbe & Asociados sobre un total de 2.500 consultados en todo el país a fines de septiembre. El sondeo tuvo un margen de error de dos puntos porcentuales.
En el Obelisco se observaba una larga fila de automóviles con familias abordo que hacían sonar las bocinas mientras agitaban banderas argentinas, el símbolo patrio elegido para identificar la protesta.
Otros sostenían carteles en los que cuestionaban la restricción de libertades y duros mensajes contra Fernández de Kirchner, a la que acusan de impulsar una reforma judicial que le garantice impunidad en las causas por supuesta corrupción. La iniciativa tuvo media sanción en el Senado.
El primer “banderazo” tuvo lugar el 20 de junio, en coincidencia con el Día de la Bandera y pocos días después que el gobierno peronista anunciara la expropiación de la cerealera Vicentín, la sexta más importante del país, una medida que desde la oposición se calificó como un ataque la propiedad privada. En los meses siguientes se sucedieron casi una decena de protestas.
Si bien la convocatoria fue por redes sociales sin una cara visible, dirigentes de la coalición Juntos por el Cambio con la que gobernó Mauricio Macri (2015-2019) alientan y asisten a las manifestaciones.
Fuente: Diario las Américas