Sonia Schott,
Al parecer, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, no ha elegido el momento más apropiado en política para presentar su tan esperada candidatura a la Casa Blanca.
Primero, está la disputa sin precedentes con el director de Disney en Florida, sobre lo que DeSantis ha llamado su batalla contra el movimiento “woke” o despertar.
Aunque DeSantis no es el único en el Partido Republicano que tiene en la mira al movimiento, casi todos los oradores atacaron la ideología «woke» en sus discursos durante la Conferencia de Acción Política Conservadora 2023.
De acuerdo con US Today, en un artículo del 9 de marzo titulado ¿Cuál es el significado de “despertar”? el término utilizado por los afroamericanos se convierte en grito de guerra para el Partido Republicano, la republicana Nikki Haley calificó ese pensamiento como «un virus más peligroso que cualquier pandemia».
Woke tomó fuerza como alerta ante las injusticias y prejuicios sistémicos, especialmente el trato de las minorías étnicas, raciales o sexuales y entró en uso común junto con Black Lives Matter y la llamada teoría crítica de la raza durante la última década.
En cuanto a la disputa con Disney, esta ha llegado a un punto políticamente dañino, pues la empresa canceló una inversión de casi 1.000 millones de dólares en Florida por su oposición a la ley estatal apoyada por el gobernador que prohíbe las lecciones en el aula, sobre orientación sexual e identidad de género para estudiantes más jóvenes.
La compañía Disney planeaba construir un nuevo campus y reubicar a 2.000 empleados del sur de California.
En segundo lugar, sus respaldos tanto a la exembajadora ante Naciones Unidas, Kelly Kraft, para la gobernación de Kentucky, como a Daniel Davis para alcalde de Jacksonville no prosperaron. Peor aún, Daniel Cameron, quien sí obtuvo la gobernación de Kentucky, fue respaldado por Donald Trump, su principal rival para la nominación presidencial republicana.
¿Podría ser esto un error de juicio por parte del gobernador? Ambos reveses le darán a Trump aún más municiones para atacar.
Igualmente, los demócratas no han perdido el tiempo para criticar a DeSantis por su disputa con Disney.
Anna Eskamani, representante demócrata del distrito de Orlando en Florida, dijo que “el gobernador Ron DeSantis es un insensato mata trabajos y se preocupa más por sus propias ambiciones políticas y guerras culturales que por Florida y nuestro futuro”.
A pesar de todo esto, la decisión de presentarse a la presidencia tenía que ser ahora o nunca. Hasta ahora todo había estado centrado en la figura de Trump como candidato republicano.
Otros que han presentado sus nombres parecen tener pocas posibilidades de éxito de vencer al magnate, cuya ventaja política es por ahora evidente.
Ellos son la exembajadora ante Naciones Unidas bajo Trump y exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, el exdirector ejecutivo de tecnología y finanzas, Vivek Ramaswamy, el exgobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, y uno de los senadores de Carolina del Sur de tendencia conservadora, Tim Scott.
Otro que se espera presente su nombre por la candidatura es el exvicepresidente Mike Pence, quien, durante un reciente evento del ayuntamiento de New Hampshire, llamado Conversación con el candidato, dijo que los estadounidenses “anhelan un liderazgo que pueda unir al país en torno a nuestros más altos ideales».
Sin embargo, es el anuncio de DeSantis el que cambia drásticamente el panorama republicano y no se le puede considerar intrascendente.
Ha sido gobernador de Florida durante más de cuatro años. Se desempeñó como representante en la Cámara Baja de la nación por cuatro años. Es un abogado calificado. Sirvió en la Marina de EEUU y estuvo en la guerra en Irak en 2007.
En otras palabras, DeSantis puede darle la batalla a Trump por encima de los otros candidatos y, además, para aquellos que consideran que Washington es una gerontocracia o sociedad gobernada por personas mayores, sus 44 años son más atractivos que los 76 de Trump o los 80 del presidente Joe Biden.
También ayudará a los votantes republicanos indecisos a decidir si quieren que Trump regrese a la Casa Blanca por otros cuatro años o es tiempo de un cambio.
Y aun cuando los resultados finales entre los dos sean reñidos y al final Trump gane la nominación, el gobernador de Florida puede volver a aspirar a las elecciones en 2028 porque el tiempo esta de su lado.