LA PAZ — El presidente boliviano Luis Arce sufrió el jueves un duro revés de su partido, que rechazó en la Cámara de Diputados el proyecto de presupuesto para 2023 debido a fracturas internas entre el ala del mandatario y la que controla el expresidente Evo Morales, líder del gobernante Movimiento al Socialismo.
Esta es la primera vez que en un gobierno de esa fuerza política un proyecto de presupuesto es rechazado en el Legislativo.
Analistas advirtieron que las disputas en el Movimiento al Socialismo (MAS) complicarán la gestión de Arce -que perdió el control de la bancada mayoritaria en la Asamblea-, a lo que se suman crecientes problemas sociales derivados del desabastecimiento y la dura sequía que golpea al país.
“No vamos a ocultar que existen conflictos internos, pero también el presupuesto tiene falencias porque no refleja los compromisos de inversión que hizo el gobierno”, declaró el diputado Héctor Arce, afín a Morales y quien culpó al ala oficialista de “debilitar y fracturar” al MAS.
Esta vez la minoritaria bancada opositora observó desde el palco. “Toda la sesión fue una abierta pelea entre los dos bandos que están deteriorando el rol del Legislativo”, dijo el diputado opositor Edwin Bazán.
La crisis del MAS comenzó por disputas de poder y liderazgo y en los últimos meses cobró mayor vuelo con acusaciones de corrupción y supuesto financiamiento por parte del narcotráfico. Desde sus redes sociales Morales denuncia una supuesta alianza entre “traidores llamados renovadores y la derecha golpista”.
El mandatario respondió públicamente hace unos días en un mensaje que “existen personas que se esfuerzan por hacerme ver como un traidor” y buscan su “fracaso”.
Una larga protesta antigubernamental en Santa Cruz, la próspera región del oriente liderada por la oposición derechista, acabó por debilitar y acentuar las divisiones en el gobierno.
La fuerte polarización del país desde la crisis política de 2019 se ha trasladado ahora al partido gobernante. Las elecciones de ese año -en las que Morales buscaba un cuarto mandato consecutivo- fueron denunciadas de fraudulentas por la Organización de los Estados Americanos (OEA), lo que gatilló una protesta social que dejó 37 muertos y precipitó la renuncia de Morales.
Tras un interinato de un año de la derecha, el MAS recobró el poder con Arce, cerebro económico del gobierno de Morales, pero el exmandatario pronto comenzó a influir en la nueva administración como jefe del MAS.
De acuerdo con analistas el pulso entre Morales y Arce terminará con dos candidaturas oficialistas en las elecciones presidenciales de 2025.